eliminación de las comunidades cristianas más antiguas

Esta tierra de Siria había sido con la región de Antioquía, hoy llamada Antalia en Turquía, uno de los centros más brillantes de los cristianos de Oriente.

Ahora sólo la décima parte de la población es cristiana de doce ritos distintos. Los grecoortodoxos -la antigua iglesia bizantina- constituyen la mitad de todos los creyentes en Cristo, aunque es difícil saberlo con exactitud porque el censo no se basa como en Líbano sobre criterios de confesión religiosa. Se considera a los grecoortodoxos los ciudadanos árabes más nacionalistas. A esta comunidad de relevante nivel social pertenecían intelectuales y políticos modernos como Michel Aflak. fundador del partido Baas. Son los cristianos sirios y libaneses los que introdujeron en Oriente las ideas socialistas, abogaron por el estado nacional frente a la umma islámica que ahora los yihadistas del EI contemplan como base del califato.

La segunda comunidad más importante es la armenia, superviviente del genocidio turco. Alepo ha sido su capital. La iglesia greco católica es la tercera comunidad más numerosa, más que los maronitas y que otras pequeñas y antiguas congregaciones como la siriaca o la asiria. Aunque la iglesia católica, o latina, cuenta con pocos feligreses, ejerce una notable influencia a través de sus colegios y de sus órdenes religiosas, en la que colabora la activa diplomacia del Vaticano. Es indiscutible que el régimen baasista de Sadam preservó su libertad de culto, su identidad. En Raqqa, capital del EI en Siria, los cristianos viven bajo la infamante condición medieval de dhimis o protegidos, y tuvieron que elegir entre convertirse al islam o exponerse a sus represalias. El patriarca griego católico asegura que "toda la tierra siria se ha convertido en campo de batalla. No hay lugar seguro. Nuestro futuro no es amenazado por los musulmanes sino por el caos, la infiltración incontrolable de fanáticos".

25-III-15, T. Alcoverro, lavanguardia