España cañí -189: una -literal- mierda de libertad de expresión

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Con motivo del día de San Valentín, el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid anunció la actuación, el sábado, de dos artistas, Laura Corcuera y Mónica Cofiño. El espectáculo llevaba por título Excreta y, como su nombre indica, iba dedicado a los excrementos...

La mierda entró en el arte por la puerta grande cuando, en 1961, Piero Manzoni explicó que había metido excrementos suyos en noventa latitas de metal etiquetadas con las palabras "Mierda de artista". Treinta gramos en cada lata, y cada una la vendía al precio que entonces tenían en el mercado treinta gramos de oro. De manera que, más de medio siglo después, la caca no llama mucho la atención. Quizá por eso las dos artistas de este San Valentín decidieron dar otra vuelta de tuerca. Se fueron al monumento a la Constitución Española que hay en los jardines del museo y se pusieron en cuclillas, como si cagasen. Si de verdad lo hicieron o no, no lo sé, pero sí que colgaron inmediatamente las fotos en Twitter. El resultado es que finalmente el espectáculo se ha cancelado. La artista Laura Corcuera dice que con esas fotos no querían de ninguna forma provocar: "Eran poéticas, en un escenario precioso que permitía una lectura semiótica en consonancia con la performance y su intención de resignificar: el monumento como retrete y la mierda como abono para algo nuevo, un concepto muy positivo". El caso es que han conseguido su objetivo: poder decir que las han vetado. En la situación actual del arte contemporáneo, o consigues un escándalo o no comes caliente. La noticia ha pasado con más discreción de la previsible pero imagino claramente las portadas de algunos diarios si Laura Corcuera y Mónica Cofiño hubiesen sido catalanas. Lástima.

17-II-15, Quim Monzó, lavanguardia