"Morir con dignidad: un tema de libertad y responsabilidad individual", Emma Bonino
«No temo a la muerte, tengo más miedo al dolor, al sufrimiento. Como dicen mis médicos: el dolor sirve para individuar los síntomas, después es inútil. La terapia debe evitarlo». Vuelve a hablar con cierto coraje de su enfermedad, la exministro de Exteriores y excomisaria europea, Emma Bonino, estimada líder radical. Con un turbante en la cabeza y sin perder la sonrisa afronta en una entrevista televisiva la pregunta más temida por todos: ¿Qué se hace ante el temor de la muerte? Confiesa con sinceridad que no la teme, aunque reconoce que «es un proceso difícil de gobernar, yo la siento muy lejana».
Emma Bonino anunció en enero que tenía un cáncer de pulmón. Ahora hace su primer balance: «El momento peor es cuando me siento débil, en una postración increíble. Por ejemplo, ahora que estoy haciendo dos radioterapias al día es realmente fatigoso. Sentir que el cuerpo no te responde… Tu le dices: "álzate, vete a comprar el periódico" y el cuerpo no te responde, no se levanta. Esto es realmente increíble. Hay también tantos momentos buenos, por ejemplo cuando encuentro a personas que me confortan».
Bonino reitera su apoyo a la introducción de una ley que introduzca el derecho a una muerte digna: «Yo el testamento biológico lo hice durante una intervención en el Senado». La líder radical reclama la atención sobre lo que considera «un tema de libertad y responsabilidad individual», al tiempo que explica el objetivo del testamento biológico: «Se trata de morir con dignidad. Espero que el Parlamento discuta la propuesta que existe y confío que no se deba vivir la humillación de andar a Suiza para morir con dignidad. No nos merecemos eso los italianos», reitera la Bonino.
A la pregunta de si no se ha arrepentido de no haber dado al mundo un hijo, Bonino responde que no: «No soy capaz de decir "para siempre". Y un hijo, te guste o no, es para siempre».
Á. Gómez, 30-III-15, abc