"Necesidad de los whistleblowers", Miguel Ángel Aguilar

De Nuremberg a los alertadores

La conmemoración del septuagésimo aniversario del juicio de Nuremberg sirve a Thomas Darnstädt para analizar en un libro imprescindible el nuevo orden mundial que generó. Supuso, por ejemplo, el fin del eximente de la obediencia debida y el comienzo del libre examen en ámbitos tan estrictos como el de la disciplina militar. Aquellos versos de Calderón, grabados en las paredes de tantos acuartelamientos, que rezan "Aquí la principal hazaña es obedecer" quedaban en adelante matizados. Porque la obligación que impone la disciplina del cumplimiento de las órdenes deja de ser una mecánica ilimitada.

Resultat d'imatges de whistleblowersHasta entonces quien obedecía era irreprochable. De Nuremberg en adelante la obediencia ciega queda invalidada. El que recibe órdenes sólo debe cumplirlas si son conformes a las leyes y usos de la guerra y a los derechos humanos. La ceguera se sustituye por el libre examen de la reforma luterana. Los crímenes contra la humanidad en absoluto quedan convalidados por la obediencia. Quien al obedecer transgrede las limitaciones mencionadas pasa a ser responsable. Este principio quedó incorporado al código de las fuerzas armadas de los países democráticos sin debilitar en nada la disciplina bien entendida de las unidades armadas.

Aquí hubo que esperar a las Reales Ordenanzas para las FF.AA. de diciembre de 1978 para que fuera incorporado en el artículo treinta y cuatro, que reza: "Cuando las órdenes entrañen la ejecución de actos que manifiestamente sean contrarios a las leyes y usos de la guerra o constituyan delito, en particular contra la Constitución, ningún militar estará obligado a obedecerlas; en todo caso asumirá la grave responsabilidad de su acción u omisión". Enmienda a Calderón de la Barca, que pone la conciencia por encima de la obediencia.

Resultat d'imatges de whistleblowersPor esta senda, podemos encontrar, también sin uniforme, a los whistleblowers, alertadores o informantes. Los casos del fundador de Wikileaks, Julian Assange; del estadounidense Edward Snowden, colaborador de la CIA que reveló el espionaje global de EE.UU.; o del italo-francés Hervé Falciani, que ha facilitado más de 130.000 cuentas de evasores fiscales en la filial suiza del banco británico HSBC, son ejemplares. Habrá que exaltarlos por haber vigilado al Estado y revelado sus abusos.

24-II-15, Miguel Ángel Aguilar, lavanguardia