Erdogan quiere engañar a todos, para acabar con unos: los kurdos

Las milicias kurdas que luchan contra el Estado Islámico (EI) en el norte de Siria han denunciado que están siendo atacadas por el ejército turco. Las Unidades de Protección Popular (YPG) aseguran que los bombardeos turcos causaron un muerto y tres heridos en Jarablus, plaza que ­disputan al EI. El Estado Mayor turco asegura que su único objetivo son las bases del EI, aunque admite que también ha bombardeado objetivos del PKK en el norte de Iraq.

Turquía, con 1,8 millones de refugiados sirios en su territorio, hace tiempo que pide a los aliados una zona de seguridad en el norte de Siria. Hoy insistirá en este punto cuando se reúna con ellos en la sede de la OTAN en Bruselas. Aunque el objetivo principal sea atacar al EI, Ankara tampoco quiere que los kurdos de Siria dominen la franja fronteriza. Teme el contagio que esta entidad autónoma pueda tener sobre los separatistas kurdos en su propio territorio, especialmente ahora que las negociaciones de paz con el PKK parecen rotas.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una organización que sigue la guerra en Siria desde Londres, confirmó la versión de las YPG.

Estas milicias, las más efectivas hasta ahora contra el EI, ­ocuparon ayer, después de un mes de lucha, la ciudad deSarrin, cabeza de puente juntoal Éufrates para el abasteci­miento del califato yihadista.

El primer ministro Ahmet Davutoglu, aseguró a un grupo de editores de prensa con los que se reunió en Ankara, que Turquía y EE.UU. están de acuerdo en ­apoyar a las milicias moderadas sirias que combaten contra el EI y contra el régimen de Bachar el Asad. "Si no vamos a enviar tropas, algo que no haremos, debemos proteger a estas fuerzas que cooperan con nosotros sobre el terreno", aseguró.

Altos funcionarios turcos insistieron ayer en que las YPG no son un objetivo, aunque admitieron que las líneas están tan juntas que pueden producirse errores a la hora de distinguir las posiciones kurdas de las yihadistas.

El presidente Recep T. Erdogan, después de meses sin atender la petición de Washington para un papel más activo contra el EI, refuerza ahora su imagen con una ofensiva en Siria y otra contra los terroristas kurdos y yihadistas en Turquía.

Más de mil personas han sido detenidas en los últimos días. Al menos, 150 han sido relacionadas con el EI y 190 con el PKK. La red que, desde Estambul, organizaba el paso de yihadistas europeos hasta Siria parece que ha sido desmantelada. Entre los detenidos habría una treintena de estos combatientes europeos.

Un tribunal de Ankara ha prohibido el acceso a los medios kurdos en internet, incluida la agencia Firat, en un intento claro de criminalizarlos o acallarlos.

Los F-16 de la base de Diyarbakir, principal ciudad kurda en Turquía, bombardean los escondites del PKK en la zona fronteriza con Iraq. En Cizre, una población kurda de la zona, la población se enfrentó a la policía en protesta por estos ataques.

Sultangazi, un barrio kurdo de Estambul, lleva tres días en pie de guerra. Los enfrentamientos han causado la muerte de dos civiles y un policía. El detonante fue la muerte de una mujer perteneciente a una organización armada de ideología marxista-leninista.

Las ciudades de Mersin y Mardin también han sufrido alter­cados, con un muerto en cada una de ellas.

Como la teoría conspirativa es el deporte nacional muchos turcos¿empezando por los kurdos y los islamistas¿creen que todos estos acontecimientos están relacionados con un oscuro plan maestro urdido por potencias extranjeras y sus servicios de inteligencia para crear inestabilidad en Turquía y, sobre todo, cambiar la intención de voto de cara a las más que probables elecciones anticipadas.

Sea cierto o no, desde el atentado suicida de la semana pasada en Suruç, donde murieron 32 jóvenes socialistas, la mayoría universitarios, los telediarios abren con noticias de bombardeos, olas de detenciones, funerales, atentados y disturbios.

28-VII-15, R. Ginés, lavanguardia