"Alcantarillado", Quim Monzó

Cómo ya saben incluso los bebés, junto con los cables y las conducciones de cocer, las tapas de cloaca son desde hace años el objetivo preferido de los ladrones de calle. En los últimos meses hemos leído que han robado en Girona, en Manresa, en Gelida, en Roses, en Lleida, en Valencia... Para combatir todo este descontrol, durante el verano, en Figueres, la Guardia Urbana estrenó una nueva tecnología que dificulta el trabajo de los ladrones. Se trata de un producto, de patente inglesa y comercializado por el Grupo Camós, que se aplica con espray o pincel y marca un tipo de ADN sintético a los objetos, con un código. La marca es invisible a simple vista. Sólo se puede ver con una lote especial, y para leer el código hace falta un microscopio. Dice la cabeza de la Urbana figuerenca que esto hará que muchos ladronas se estén, de robar, y que aquello que a pesar de todo roben se pueda identificar con rapidez y saber de donde viene. Evidentemente, el primero que marcarán son las tapas de cloaca. La experiencia empieza en Figueres, pero pronto será por todas partes.

Por todas partes menos, quizás, Polonia. A Lodz –la tercera ciudad del país– han decidido estarse de marcas invisibles y ponen remedio a su católica manera. También allá las tapas de alcantarillado son uno de los objetivos preferidos de los ladrones, evidentemente, pero la solución que han adoptado es bien lejos de la figuerenca: bendicen las tapas. Tal cual. El Ayuntamiento ha hecho que un sacerdote las bendiga todas. Cuatro mil tapas de alcantarillado hay, a Lodz, y las cuatro mil –nuevas de trinca– fueron benditas hace unos días en una ceremonia religiosa. La foto es espectacular: el sacerdote, vestido de blanco y de púrpura y con el solideu a la cabeza, hace ir el salpasser con agua beneita por encima de todo un tendido de tapas. La agencia CEN –que es quien suministra la foto a los diarios– detalla las palabras de Wlodzmierz Tomaszewski, el regidor que se encarga del alcantarillado de la ciudad: “La sagrada patrona de Lodz es santa Faustina, que iba por las calles ayudando los pobres y los desamparados. Cuando bendecimos las tapas de cloaca, el que hacemos es bendecir las calles y esparcir su bondad”.

El que no entiendo es como prevén que influirá en los ladrones el hecho que las tapas estén benditas. ¿Cómo lo sabrán, los ladrones de Lodz? Cómo pasa con las marcas de las tapas de Figueres, a simple vista no se puede saber si una tapa está bendita o no: no es una cosa que se vea, así de entrada. ¿Dan por supuesto que todos los ladrones leen la prensa, escuchan la radio o miran la tele y, por lo tanto, que se han enterado? Y aunque estén tan muy informados, ¿son todos ellos tan religiosos que no osarán nunca jamás robar objetos benditos? Conozco una ampurdanesa, tan devota como criticaire con la capital de su comarca, que a estas alturas ya debe de mascullar que los figuerencs malgastan dinero en tecnología inglesa teniendo al alcance, sin salir de la ciudad, cinco parroquias, cada una con una espléndida pica de agua beneita.

4-XI-12. Quim Monzó, lavanguadia