"Los economistas que predicen son unos timadores", Fernando Trías de Bes

Tengo 47 años.Soy de Barcelona.Estoy casado y tengo tres hijos: Blanca (14), Alejo (12) y Gonzalo.¿Política?Soy un liberal indignado: la libertad sin ética y sin reglas engendra injusticias.¡Que Dios exista no depende de lo que yo crea!Del 1 de enero hasta hoy has trabajado para el Estado

Nos engañan?

¡Continuamente!

¿Quiénes?

Políticos, marcas, banqueros, empresarios, economistas...: han pervertido la originaria finalidad de la economía.

¿Cuál era?

Administrar bien la hacienda doméstica. Por extensión, la riqueza de un país. Pero han convertido la economía en otra cosa.

¿En qué?

En un espejismo especulativo, fraudulento, engañoso para los contribuyentes, en un pícaro juego de trileros.

¿Acusa también a los economistas?

Cada vez que un economista pronostica qué pasará, ¡está estafándote!

Pues son varios...

La economía es hija de la actividad humana, ¡y nada hay más impredecible que el ser humano! Nadie conoce el futuro. Todo gurú economista te tima: mira Paul Krugman...

¿Qué pasa con él?

Que yerra en sus pronósticos...

¿Como un vidente de madrugada?

Sí..., ¡y los periodistas seguís preguntándole!

¿Y usted no es un poco gurú, también?

Intentan asignarme esa etiqueta, pero no he pecado: por ahora he vencido la tentación de hacer predicciones.

¿Y desde cuándo nos engatusan?

Desde que nos vendieron la falacia de que a más producción, más riqueza.

¿Y no es así?

Si un país produce muchos coches (y mucho de todo), y sus habitantes padecen muchos cánceres, depresiones o suicidios... ¿es de veras un país rico?

Entiendo. Señale más enredos...

Un banco te renta un 0,5% por depositar tu dinero, pero te cobra un 7% por prestártelo: ese diferencial del 14.000%... ¿es legítimo?

Ya, pero... ¿hay alternativas fiables?

¡Al menos cuestionémoslo todo!

¿Qué más cuestionaría?

El impuesto de patrimonio: tras haber pagado impuestos por todo... ¡vuelven a gravarte por lo que te haya quedado! ¿Es legítimo?

Sin impuestos no hay sanidad pública...

Si el impuesto es excesivo, deviene ilegítimo: ¡lesiona a esa sociedad! Está pasando.

A mí Hacienda me drena, desde luego...

Todo lo ganado por tus trabajos desde el 1 de enero hasta el 2 de noviembre...

¡Es hoy, mire!

Bien, pues todo eso ha sido para el Estado, ¡todo! Sólo a partir de mañana y hasta fin de año estarás trabajando para tu bolsillo.

¡Buf! ¿Tanto me esquilman?

Padeces una presión fiscal del 80%: por tus ingresos te toca el tipo fiscal del 40%, más otro 21% en los precios de lo que compras, más otro 19% en tasas diversas...

Me deprime...

Aun así el Estado tiene déficit: te lo quitaría todo... ¡y no tendría suficiente! Mala señal...

Me dicen: "Alégrate de poder pagar y ser solidario".

Bravo, si nadie malversara los caudales públicos, y si fuesen gestionados eficazmente.

De cada corrupto pienso: "¡Otro robando mis impuestos!".

Sí: la base de una economía justa es la ética. Y también unas reglas claras y correctoras.

Si pudiera, ¿qué reglas pondría?

Aprobaría un tipo impositivo bajito e igual para todos: el 20%, por ejemplo.

Pero eso no es progresivo.

¡Falso! Lo es: un tipo bajo fácilmente lo pagaría todo el mundo... y recaudaríamos más dinero, para después redistribuirlo según necesidades. Y si no pagas, ¡multazo colosal!

Saldríamos todos ganando, quiere ­decirme.

Sí, porque hoy la alta presión fiscal desincentiva a los que querrían esforzarse más: no les compensa. Y aprobaría que todos los gastos fuesen deducibles, ¡todos!

¿Por qué?

Pediríamos factura de todo ¡y aflorarían 200.000 millones de euros!, hoy sumergidos.

¿Qué más propondría?

Adoptar la dación en pago. Sólo en España hipotecar es un verbo reflexivo: "Me he hipotecado". ¡En el resto del mundo se hipotecan objetos, no personas!

España es diferente.

En las escuelas deberíamos impartir clases de economía doméstica, qué es un préstamo personal, una hipoteca... ¡Así de mayores no nos dejaríamos engañar tanto! El engaño de las preferentes ha causado tanto dolor...

¿Con mejor formación no nos hubiese pasado?

Todo se basa en la confianza, pero seguro que habríamos detectado mejor el riesgo...

Deme una clase personal de economía.

Al ir a comprar, hazte una lista de lo necesario. Y otra de capricho, pero con un tope.

Valore las ideas económicas de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez...

Rajoy: ha saneado el sector financiero, pero hemos pagado justos por pecadores. Sánchez: para renegociar la austeridad, debería mejorar la eficiencia del gasto.

¿Y las de Pablo Iglesias y Albert Rivera?

Rivera: confía mucho en la iniciativa privada, ¡pero que no olvide corregir sus injusticias! Iglesias: tiene razón en todo lo que dice, pero todo lo que propone es imposible.

2-XI-15, Fernando Trías de Bes, lavanguardia