abejas: la estupidez de masacrar a nuestras alimentadoras
El uso de insecticidas durante la floración de los frutales de hueso está causando cientos de miles de muertes de abejas, que caen en esa trampa invisible cuando esos insectos cumplen una misión clave la polinización para el setenta por ciento de los cultivos. La voz de alarma la dio ayer la Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola (apiADS) de Valencia, una de las comunidades más castigadas, junto con Murcia y Andalucía, por esos masivos envenenamientos.
Enrique Simó, apicultor valenciano y veterinario de la apiADS, afirma que en sólo dos semanas han muerto, en media docena de sus colmenas, alrededor de 225.000 abejas. Y alerta: "esto es sólo el aperitivo, ya que cuando empiece la floración de los cítricos las abejas caerán como hojas de otoño". Greenpeace se ha sumado a esta alerta tras constatar, afirma Luis Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura en España de esta organización, "que esta gran mortandad está coincidiendo con la fumigación de los árboles de floración temprana". Son, en su mayoría, campos de nectarinas y melocotones. Ferreirim asegura que este elevado número de bajas por envenenamiento "se registra en explotaciones frutícolas donde no se respetan ni controlan las normas. Y son muy claras al desaconsejar el uso de productos fitosanitarios durante la floración". Esos insecticidas causan una muerte lenta a las abejas. Muchas vuelven a sus colmenas, pero ya no salen de las mismas en aquellos casos en los que la polinización ha coincidido con una reciente la fumigación. ApiADS realiza estudios de mortandad de estos insectos desde hace cinco años. "Y lejos de solucionarse el problema, cada año detectamos que se mantiene, o incluso aumenta, el uso indiscriminado de plaguicidas, que además todo el mundo agrario sabe que son muy peligrosos para las abejas durante la floración", denuncia Luis Ferreirim. Uno de esos productos (el clorpirifós) estaba presente en el 80% de las muestras de abejas recogidas en 2014.
El responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace critica "la impunidad con la que suelen actuar los agricultores que fumigan en época de floración", cuando una norma de la Unión Europea de enero de 2014 recomienda en la actividad relativa a la gestión integrada de plagas "dar siempre prioridad a los métodos no químicos". Estas fumigaciones incontroladas "están causando también bajas entre las abejas silvestres, algo que ya es mucho más difícil de cuantificar", alerta Ferreirim.
17-II-16, lavanguardia