España, ¿primer país de la eurozona en ser multado por incumplir sus objetivos de déficit?

Resultat d'imatges de España tiene diez días para evitar convertirse en el primer país de la zona euro en ser multado por incumplir sus objetivos de déficit. Es la situación en que se encuentra después de que los ministros de Economía europeos (Ecofin) acordaran ayer por unanimidad que España, como Portugal, violó a conciencia sus metas fiscales el año pasado a sabiendas, al no adoptar medidas efectivas para reducir el desfase entre gastos e ingresos tal y como prometió hacer.

Nunca en la historia de la zona euro se había llevado tan lejos el procedimiento para sancionar a los países que incumplan sus objetivos de déficit. En el 2003, cuando Francia y Alemania se encontraban en un punto similar, maniobraron y lanzaron in extremis una reforma para suavizar el pacto de estabilidad. Cuando, años después, llegó la crisis de Grecia, el péndulo europeo se fue al otro extremo y reaccionó endureciendo el régimen de sanciones para dar una señal de firmeza a los mercados y recuperar su favor.

Resultat d'imatges de El incumplimiento de las metas intermedias de déficit para el 2015 ha situado a España y la vecina Portugal en las primeras víctimas de la nueva regulación. Con la decisión de ayer, comienza a correr el plazo de 20 días para que la Comisión Europea presente una propuesta de castigo: una multa económica (de hasta el 0,2% del PIB, 2.000 millones de euros en el caso español) y la suspensión de parte de los fondos comunitarios asignados para el 2017. Madrid no agotará el plazo de 10 días que tiene para presentar alegaciones. El gobierno español en funciones presentará hoy mismo su argumentario para que la multa sea reducida, a cero euros a ser posible.

La suspensión de los compromisos de pago de los fondos estructurales para el 2017 es sin embargo automática. En este caso, Bruselas puede proponer la suspensión de un máximo de la cantidad asignada pero debe tener en cuenta la incidencia del paro y la existencia de una recesión en el periodo afectado. Ambos atenuantes se aplicarán en el caso de España. La suspensión de los fondos sólo decaerá si la Comisión Europea dictamina pasa-dos tres meses que el Gobierno sí ha adoptado medidas eficaces para corregir la desviación del déficit.

Resultat d'imatges de España tiene abierto un expediente por déficit excesivo desde el año 2009, cuando se disparó al 11,2% del PIB. Seis años después, con la peor crisis económica de la historia reciente, un rescate bancario de 41.000 millones de euros y dos prórrogas de por medio, el gobierno debía haber reducido el derrape fiscal hasta el 4,2% del PIB. La cifra final fue sin embargo del 5,1%, un nivel desde el que es irreal esperar que rebaje al 2,8% este año, como se pactó.

De acuerdo con el Ecofin, el desvío se debió a la “insuficiente” respuesta de España a las recomendaciones europeas y a que “incluso se relajó la política fiscal durante el 2015”, coincidiendo con las elecciones generales. Los técnicos comunitarios reprochan a España que no aprovechara más el buen momento del ciclo económico para reducir el déficit. La mejora estructural, que no tiene en cuenta esos vaivenes, fue del 0,6%, lejos del 2,7% que se marcó como objetivo.

España discrepa de la metodología utilizada por Bruselas para evaluar la situación y defenderá que el incumplimiento fue menor de lo proclama. También se amparará en la inflación negativa y la errónea previsión de la Comisión Europea para justificar parte del desvío, pero la defensa del Gobierno se basará sobre todo en destacar que la relajación en el ritmo de reducción del déficit no ha perjudicado a la economía española, al contrario, especialmente si se tiene en cuenta el punto de partida.

“España ha hecho el giro más intenso y profundo de la eurozona en los últimos cuatro años: era el principal riesgo económico y financiero y ahora no solo es el gran país que más crece sino que el sistema financiero no genera dudas”, argumentó Luis de Guindos, ministro de Economía en funciones, ante el Ecofin y luego ante la prensa, destacando que la economía española crece ahora por encima del 3% y marcando distancias con la más problemática situación de Portugal. “Sería una paradoja que al país que ha tenido el giro más intenso y más está creciendo se le impusiera una multa”, recalcó Guindos, convencido de que al final será de cero euros.

“Si los argumentos son sólidos, tendrán una importancia clave al determinar qué multa debemos imponer”, recalcan fuentes europeas. “No tenemos ganas de multar por el mero hecho de multar”, aseguran. En el contexto actual, con la UE desorientada por el referéndum británico, “el ambiente ha cambiado” y hay más receptividad a la idea de suavizar el castigo, admiten fuentes europeas. Pero “dictar una multa cero es imposible, de acuerdo con la regulación”, que sólo prevé reducirla (¿a un euro?) o cancelarla.

La Comisión Europea, que tanto batalló para poder sancionar a los países que incumplan sus compromisos, no tiene ganas ahora de imponer la multa, consciente de que la opinión pública no lo entendería. Varios gobiernos europeos, entre ellos el alemán, dan ahora señales de que se contentan con haber llevado el procedimiento hasta este punto y alientan tanto a España como a Portugal a presentar alegaciones y conseguir una reducción, incluso total, de la multa.

No se trata de “castigar” sino de “dar incentivos para que los países actúen y hagan lo que tienen que hacer”, afirmó Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas, que consideró importante haber llegado hasta aquí y demostrar que las reglas se aplican. París no desea avanzar en el proceso: ‘Sería una mala señal no respetar las reglas en pero también lo sería castigar sólo por castigar”, advirtió Michel Sapin, ministro francés de Finanzas.

“Claramente hay una posibilidad de reducir la multa potencialmente a cero pero debemos ver cuáles son los elementos relevantes de los países y los compromisos que asumen”, recalcó Valdis Dombrovskis,vicepresidente económico de la Comisión. Para dar credibilidad a su promesa de colocar el déficit por debajo del 3%, el gobierno español en funciones anunció ayer que aumentará la factura fiscal a las grandes empresas (ver información en la página siguiente) y recaudar así 6.000 millones de euros extra. La incertidumbre sobre cuándo se formará gobierno no hace sino complicar el caso. Bruselas propondrá el castigo y la nueva senda fiscal de España este mes. En principio, ocurrirá el 27 de julio pero “no se excluye adelantarlo” a la próxima semana, explican fuentes comunitarias.

Después, el Ecofin tendrá 10 días para pronunciarse sobre la propuesta. En otoño, Bruselas revisará la situación. Si España ha dado pasos para reducir el déficit, anulará la suspensión temporal de los fondos comunitarios para el 2017. Si no hay gobierno y no se toman esas medidas adicionales, seguirían congelados y el procedimiento entraría en una fase, más peligrosa, con la amenaza de imponer multas aún mayores y más difíciles de frenar.Un escenario que ni Bruselas ni Madrid prefieren contemplar.

13-VII-16, B. Navarro, lavanguardia