exigir sin contribuir, una sociedad políticamente enferma

Resultat d'imatges de fraude corriente eléctricaEl empresario de Lloret de Mar que tenía sus hoteles conectados fraudulentamente a la red de Endesa, y que además también tenía pinchado el gas en algún establecimiento, había acumulado en los últimos años una deuda de 450.000 euros en concepto de tasas, impuestos y recibos de agua que no pagaba al Ayuntamiento. Es el último episodio por ahora de un presunto fraude, que crece cada día que pasa, descubierto por casualidad hace una semana tras detectarse un incendio en la azotea del Sun Village, uno de los cuatro hoteles que el propietario tiene en el municipio. El Consistorio, que ayer decretó el cierre del Savoy y Marina Sand, los dos locales que todavía funcionaban con generadores ­los otros dos ya estaban cerrados­ dio ayer 24 horas a sus responsables para realojar a sus clientes en equipamientos de Lloret o municipios cercanos.

El plazo expira hoy a las nueve de la mañana. El fraude es un mazazo a la marca e imagen de un municipio quetodavía no ha logrado desprenderse del estigma del "turismo de borrachera", bautizado así por la ex consellera de Interior, Montserrat Tura, en 2004. El alcalde de Lloret de Mar, Jaume Dulsat, reconocía ayer el "daño" que la mala praxis de un empresario ocasiona a la marca turística...

A comienzos de agosto, Endesa hizo públicos unos datos que, a la vista de lo sucedido estos días en Lloret de Mar, tenían algo de premonición. La compañía desmentía la creencia generalizada de que familias de escasos recursos económicos y que habitan en muchos casos en viviendas ocupadas son las responsables de la mayor parte de enganches ilegales a la red eléctrica. Según aquellos cálculos, solo el 1% del fraude eléctrico detectado en España es atribuible a este sector de población.

En cambio, el 80% de ese fraude lo cometieron empresas de diversos sectores industriales y de servicios y el 15%, particulares con consumos muy altos. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia los enganches ilegales a la red, en todas sus modalidades, de las más sofisticadas a las más chapuceras, supusieron el año pasado un encarecimiento de la factura eléctrica que pagan los consumidores españoles en su conjunto de 150 millones de euros.

Esta cantidad supone el gasto de la luz anual de la ciudad de Sevilla y toda su área metropolitana y da una idea sólo aproximada de la dimensión de un fenómeno que en los últimos años ha aumentado de forma muy considerable. Así el año pasado se descubrieron más de 80.000 irregularidades, un 25% más que en el 2014.

9-IX-16, S. Oller, lavanguardia