"Contante y sonante", Suso Pérez

El miércoles de esta semana se publicó una de esas noticias que, a juicio de este Defensor, tienen una importancia incuestionable en la vida de los ciudadanos. Un informe del Banco de España señalaba que el Estado sólo ha recuperado 3.990 millones de euros de los 61.495 millones de fondos públicos que ha destinado a rescatar a los bancos en dificultades. Es decir, estas entidades han devuelto únicamente el 6,5% de las ayudas que se les prestaron.

La información fue recogida por todos los medios de comunicación, que le dieron muy diversas valoraciones. En nuestro diario, la noticia aparecía con un titular en portada y abrió a toda página la sección de Economía, ilustrada con una foto de la sede central de Bankia, la entidad a la que se han dedicado más ayudas, y un gráfico en el que se detallaban los millones de euros que han ido a parar a cada banco y que llevaba un título elocuente: "Un pozo sin fondo". Seguramente ya resulta innecesario señalar que en un país con una crisis económica y social como la que vivimos, que ha conllevado serios recortes en muchos ámbitos, ese dinero podía haber servido para otros fines. En cualquier caso, sí es pertinente recordar que diversos responsables políticos del Gobierno, hoy en funciones, aseguraron en distintos momentos que esos fondos públicos se recuperarían sin la menor duda y que tales operaciones de salvamento no costarían nada a los contribuyentes. Así lo hicieron el presidente, Mariano Rajoy; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; y el ministro de Economía, Luis de Guindos. Ahora, la falta de reacciones políticas respecto a este informe del Banco de España parece indicar que los ciudadanos vamos a tener que aceptar el resultado de esa inversión y que nadie tendrá que dar cuentas de ella. Desde luego resulta algo sorprendente que, en los días posteriores a la publicación de la noticia, no se haya vuelto a hablar de la cuestión.

La publicación de la noticia de que el Estado sólo ha recuperado una mínima parte del rescate bancario no ha producido ninguna explicación

Tampoco por parte de los grupos políticos de la oposición. He querido contextualizar este enfoque, segura-mente compartido por muchos lectores, con el redactor jefe de Economía, Ramon Aymerich, quien explica que el rescate de los bancos no es algo que haya ocurrido sólo en España, aunque sí es en nuestro país donde la intervención estatal parece arrojar el saldo más negativo: "Los rescates bancarios ­responde Aymerich a la pregunta que le planteo­ han sido una práctica generalizada en los países occidentales tras la crisis financiera del 2007. El Reino Unido, Holanda, Irlanda, Estados Unidos (y anteriormente Suecia) han aplicado, con mejor o peor fortuna, una medida discutible en cuanto que la recuperación de los recursos empleados ha sido en muchos casos mínima. La recesión y los cambios en el entorno regulador y financiero han impedido que la recuperación de esos recursos se haya ajustado a las previsiones de los gobiernos (por ejemplo, a través de la privatización de bancos renacionalizados). Aun así, el balance para los contribuyentes ha sido mucho más satisfactorio en países como Holanda, el Reino Unido o Estados Unidos. No así en el caso de España".

Aunque el rescate resultara inevitable, es innegable que la actuación del Gobierno no ha sido precisamente eficaz. Entre afirmar que se recuperarían los fondos públicos y no explicar en absoluto qué ha ocurrido con ellos media una actitud que tiene que ver con el lógico respeto a los contribuyentes. Desde luego, es obligación de los periodistas buscar o demandar explicaciones. Y la propia sociedad no debería aceptar que el dinero de todos se diluyera como por ensalmo.

11-IX-16, Suso Pérez, lavanguardia