España cañí -244: redundante ineficiencia bur(r)ocrática

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La no homologación de los convoyes de La Pobla los mantiene parados en el hangar

El 16 de enero, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, presidió su primer acto oficial fuera de Barcelona en los hangares ferroviarios del Pla de Vilanoveta en Lleida, con motivo de la colocación en la vía de los dos nuevos trenes que cubrirían el servicio entre la capital del Segrià y La Pobla de Segur. Los trenes tenían que haber empezado a circular a finales de abril, con nuevos horarios, cuatro viajes de ida y cuatro de vuelta, pero hoy seis meses después de que Puigdemont, declarara que "es un hecho objetivo, comprobable que la gestión de la movilidad la hacemos mejor nosotros", los nuevos convoyes siguen en el hangar sin poderse mover más allá de unos metros.

La voluntad política se ha estrellado contra la burocracia.

Los convoyes no pueden circular del Pla de la Vilanoveta hasta la estación Lleida-Pirineus para encarar la línea de la Pobla porque no tienen la homologación oficial para pasar por las líneas de competencia estatal, un tramo que no llega a los dos kilómetros pero que no pueden cruzar hasta que reciban la luz verde de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, organismo dependiente de Fomento.

Lluís Bellera, alcalde de La Pobla de Segur, confiesa su decepción, pero no pierde la esperanza. "Según Ferrocarrils de la Generalitat el permiso no puede tardar mucho, se han hecho todos los trámites y todo acabará bien, pero en La Pobla de Segur hay una decepción colectiva, un retraso que nadie entiende. Algo no hemos hecho bien", afirma a La Vanguardia.

La puesta en marcha de los nuevos trenes apostaba por revitalizar una línea que sigue ofreciendo un servicio diario entre Lleida y La Pobla de Segur, adonde llega a las 11 de la mañana y que hace el trayecto inverso a partir de las 12.59 h. "Los nuevos trenes ofrecerán más servicio para los ciudadanos del Pirineo, pero sobre todo han de servir para que la gente se anime a visitarnos". Según el alcalde, el retraso ha afectado negativamente a las expectativas turísticas de las comarcas de montaña.

Territori i Sostenibilitat mantiene la explicación dada a finales de abril de que el retraso se debe a un error en la tramitación de los permisos. Ante la insistencia de los alcaldes del Pallars, afirma que el permiso es "inminente" pero sigue sin concretar una fecha definitiva. Lluís Bellera reconoce que "la ilusión y la euforia de hace seis meses no es la misma".

Los nuevos trenes, fabricados en Suiza están adaptados a las características de la línea que mantiene el ancho ibérico y la necesaria tracción a diesel, ya que no está electrificada. Costaron 9,4 millones de euros, miden 50 metros de largo y tienen capacidad para 201 pasajeros cada uno, la mitad de ellos sentados. Los vagones cuentan con plataformas de acceso fácil, están climatizados, tienen cobertura wifi y espacios amplios para transportar bicicletas Los nuevos trenes reducirán el tiempo de viaje. Entre Lleida y La Pobla de Segur: de los 110 minutos actuales a 93.

Esta era la primera acción para revitalizar la línea, a la que había de seguir la construcción de una estación en Lleida, que podría emplazarse en el polígono industrial El Segre y acoger hasta 43.000 pasajeros al año.

17-VII-16, P. Echauz, lavanguardia