España cañí -245: la bellota mordida, o de cómo es la emprenduría de la Marca España

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La urgencia por encontrar a un Steve Jobs a la española ha jugado una mala pasada. Poco después de que un importante medio digital publicara un extenso reportaje sobre Zetta, una empresa radicada en la localidad extremeña de Zafra, que era capaz de competir con las grandes compañías de fabricación de teléfonos móviles, se ha descubierto que todo era un fraude.

Resultat d'imatges de zettaEn noviembre de 2015 el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, recibió en la sede de la Junta a Bojun Cui, Unai Nieto y Manuel Muñoz, tres de los socios de Zetta, a los que distinguió como grandes emprendedores extremeños. Casi un año antes habían lanzado el Zetta Conquistador, un smartphone de 5,5 pulgadas de pantalla, totalmente español, cuyo precio de lanzamiento apenas superaba los 100 euros, aunque posteriormente llegaría a venderse por 236 euros. En todo caso, un terminal con precios muy inferiores a los de la competencia.

Con únicamente ocho empleados, Zetta se jactaba de vender smartphones con un diseño y unas prestaciones superiores al iPhone de Apple. Unai Nieto, un joven de 31 años que se convirtió en su imagen de cara al público, presumía de tener más capacidad de trabajo que Jobs, ya que "soy el constructor del software y también atiendo por teléfono a mis clientes. Es impensable que en su día Steve Jobs atendiera una llamada telefónica". Tal era su obsesión con Jobs que el logotipo de Zetta es una bellota mordida, copia de la manzana de Apple.

Con ocho empleados, Zetta se jactaba de hacer móviles con diseño y prestaciones superiores al iPhone

Resultat d'imatges de zettaPero su propia ambición les ha jugado una mala pasada. Nada más darse a conocerse la historia al gran público este fin de semana surgieron las voces que alertaban del fraude. Los Zetta son en realidad smartphones construidos por la marca china Xiaomi, modelo Redmi 2 (4,7 pulgadas) o Redmi Note 2 (5,5 pulgadas), a los cuales se tapa el logotipo original con la pegatina de la bellota. Los teléfonos cuestan entre 90 y 150 euros en China, pero Zetta los vendía entre 185 y 275 después de ponerles el adhesivo. Las características que anuncian no se ajustan a la realidad y utilizan el sistema operativo de código abierto CyanogenMod, una variación del Android, que no se puede usar en teléfonos destinados a la venta.

En la página web de Zetta, que estuvo varias horas caída tras conocerse el escándalo, aseguran que su principal objetivo es "asignar a cada uno de nuestros terminalesunaidentidadclaraquehaga que cada uno de nuestros clientes

y usuarios sientan pasión por nuestro producto, que reciban esa sensación de pertenencia a una comunidad diferente, una comunidad libre, fresca y natural, con una mente más abierta".

El negocio se fundó en marzo de 2014, pocos meses antes del lanzamiento del primer Zetta Conquistador, y hoy en día nunca ha presentado el resultado de sus cuentas en el Registro Mercantil. La asociación de consumidores Facua, con sede central en Sevilla, desvelaba ayer que quien está detrás de Zetta es Movishark Europa, cuyo domicilio social no está en Zafra sino en el barrio madrile-

ño de Vallecas. Su objeto social es el "comercio de la fotografía y la comercialización, compra, venta, reparación, importación y exportación de productos de electrónica y acústica, audio, vídeo, regalo, juguetes, bisutería, mecheros, cuadros, marcos..."

El propietario de Movishark es Bojun Cui, uno de los emprendedores de Zafra, conocido en la Oficina de Patentes porque ya había intentado registrar marcas como AliExpress, propiedad del Alibaba chino, y MiZetta, en cuyo logotipo pretendía reproducir el de Xiaomi, la palabra Mi en blanco sobre un recuadro naranja.

18-X-16, A.S. Ruiz, lavanguardia