"¡Queremos a Dios!" (el nacionalcatolicismo se reexpande por Europa)
La derecha nacionalista polaca quiso dar una señal a Bruselas de que no admitirán injerencias ni una Europa que no hunda sus raíces en el cristianismo. Y lo hicieron con una fuerte movilización ciudadana por el centro de Varsovia. Decenas de miles de manifestantes –medios locales hablaban de más de cien mil– participaron en la marcha anual que convocan grupos ultranacionalistas y que conmemora el día de la Independencia de Polonia.
El lema bajo que el que se organizaba no dejaba lugar a dudas: “Queremos a Dios”, un llamamiento reivindicativo a la importancia del catolicismo en la identidad europea. Las pancartas y banderas iban en esta dirección. Criticaban a la Unión Europea (UE), el avance del islamismo o la política de acogida de refugiados impulsada por Bruselas, a la que hasta ahora el Gobierno polaco no se ha adherido.
Esta marcha anual organizada por grupos ultras nació en el 2009, y cada año ha ido creciendo y ampliando su espectro hasta convertirse en un fenómeno social, que ayer superó todas las expectativas. El lema “Queremos a Dios” pretende recordar que Polonia es el “bastión de la fe y la religiosidad” en Europa, así como reivindicar “el catolicismo frente al ateísmo impuesto desde Europa”, dijo ayer el portavoz de la organización, Robert Bakiewicz.
Para Bakiewicz es importante no olvidar que “la Iglesia y su lucha ha sido durante siglos la piedra angular y el fundamento de Europa”, y fundamental para evitar la islamización del continente.
Entre los manifestantes también se podían leer otros eslóganes clásicos de esta movilización, como “Dios, honor y patria” y “Gloria a nuestros héroes”. Junto a ellos, otros más claramente xenófobos, como “La Polonia pura es la Polonia blanca”, “Llevaros a vuestros refugiados” (referido a la UE), y algún viejo recuerdo a la extinta Unión Soviética: “A golpe de martillo, a golpe de hoz, venceremos a la gentuza roja”.
Uno de los oradores señaló que “la cultura cristiana es superior a la cultura islámica”. Sin embargo, según la agencia Afp, la mayoría de los manifestantes a los que preguntaba negaban que la manifestación tuviera alguna motivación política o religiosa y recordaban que sólo era una muestra de exaltación de su día nacional.
“No estamos aquí en apoyo del Gobierno, la mayoría de nosotros no tiene afiliación política”, señalaba un trabajador de la construcción, de 43 años, natural de Piaseczno, una localidad cercana a la capital.
En ediciones anteriores, en el 2013 y el 2014, la marcha se saldó con enfrentamientos entre grupos nacionalistas y de extrema izquierda, con decenas de detenidos y disturbios hasta la madrugada. Sin embargo, desde la victoria en las elecciones del 2015 del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia, la marcha se ha desarrollado sin sobresaltos. Aunque como volvió a pasar ayer, siempre bajo un fuerte dispositivo policial.
La jornada, festiva en Polonia, conmemora la recuperación de la independencia al término de la I Guerra Mundial, en 1918, después de más de un siglo en que dejó de existir como Estado independiente y su territorio estuvo repartido entre Prusia (luego imperio alemán), Rusia y el imperio austro-húngaro.
12-XI-17, lavanguardia