el asedio saudí condena al hambre a los yemenitas

Resultat d'imatges de yemen guerraJamie McGoldrick, representante de la ONU en Yemen, pronto se quedará sin adjetivos para describir el horror que causa la guerra. Después de haber denunciado el bloqueo de los puertos y los estragos del cólera, ayer tuvo que explicar cómo en los últimos diez días han muerto 109 civiles bajo las bombas de la coalición militar que lidera Arabia Saudí.

El martes, los aviones árabes, que reciben apoyo de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, atacaron un mercado muy popular en Taiz y mataron a 54 personas. Entre ellas había ocho niños.

El mismo día murieron los 14 miembros de una misma familia en una granja de la provincia de Hodeida, a orillas del mar Rojo.

McGoldrick considera que estos ataques “demuestran el desprecio total por la vida humana que todos los bandos, incluyendo a la coalición saudí, siguen mostrando en este guerra absurda que tiene por única finalidad destruir el país y someter a sus habitantes a sufrimientos inconmensurables”.

La ONU considera que la guerra, que arrancó en marzo del 2015 y no tiene la paz a su alcance, ha convertido a Yemen en la peor crisis humanitaria que hoy afronta el mundo. Han muerto más de 10.000 personas, ocho millones son víctimas de la hambruna y un millón está afectado por el cólera.

Ellos y todos los yemeníes son peones en una pugna entre Arabia Saudí e Irán por la hegemonía en la región.

Los rebeldes hutíes, armados por Teherán, ocupan la capital, Saná, desde septiembre del 2014 pero son incapaces de poner en marcha un programa para gestionar el país. Esta incompetencia o desinterés da alas a sus enemigos.

Arabia Saudí lidera una coalición militar en la que participan Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahréin. El príncipe heredero Mohamed bin Salman es el principal responsable.

Los hutíes han disparado dos misiles contra Riad, uno en noviembre y otro el pasado día 19. La represalia saudí ha consistido en aumentar los ataques y bloquear los puertos.

Los dos bandos han demostrado que no tienen capacidad de ganar la guerra y en esta situación de empate quien más sufre es la población civil.

Sin poder vencer en el terreno militar, Arabia Saudí está decidida a doblegar de hambre a los hutíes. Yemen importa el 90% de lo que consume. Bloquear los puertos supone desabastecer los mercados. Los precios de los alimentos suben sin parar y hoy están al alcance sólo de los más ricos.

29-XII-17, lavanguardia