la Monarquía, impuesta judicialmente al Ayuntamiento de Barcelona

La polémica por el quita y pon de símbolos monárquicos vuelve al Ayuntamiento de Barcelona y lo hace con la nueva temporada de un serial que parecía olvidado. El juzgado de Contencioso-Administrativo número 3 de Barcelona ha estimado el recurso presentado en el verano del 2015 por la entonces delegada del Gobierno en Catalunya, María de los Llanos de Luna, para que el Ayuntamiento, que acababa de retirar el busto de Juan Carlos del salón de plenos, colocara en un lugar preferente de este recinto –antes de la Reina Regente, hoy de Carles Pi i Sunyer– un retrato del actual rey, Felipe VI. El desenlace de esta guerra de símbolos está todavía por escribirse: el gobierno no se da por vencido, recuerda que la sentencia no es firme y que los servicios jurídicos trabajan en la presentación de un recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Ca-talunya. El plazo para hacerlo termina el día 27.

Alberto Fernández hizo en el 2015 un simulacro de colocación del retrato del actual Monarca
 
Alberto Fernández hizo en el 2015 un simulacro de colocación del retrato del actual Monarca (Marc Arias)

El anuncio de la sentencia lo hizo ayer el popular, Alberto Fernández, que ya en su día, cuando el gobierno de BComú expulsó al anterior Rey del salón de plenos, protagonizó un simulacro de colocación de un cuadro de Felipe VI. Aquel gesto fue seguido de un requerimiento de la Delegación del Gobierno a la alcaldesa para que cumpliera con la obligación establecida en el artículo 85.2 del real decreto de 1986 que regula la organización de las entidades locales. El rechazo a esta solicitud hizo que la delegada del Gobierno llevara el caso a los tribunales.

Alberto Fernández exigió ayer a la alcaldesa que acate la sentencia y cumpla con el imperativo de colocar el retrato del Rey en “lugar preferente y de honor de su salón de plenos”, algo que, remarcó, deben cumplir todos los ayuntamientos. También Ciudadanos y el PSC exigen a Ada Colau que cuelgue el cuadro de Felipe VI, mientras que la CUP advierte que si esto sucede ellos mismo lo retirarán.

El gobierno municipal interpreta que es el pleno del Ayuntamiento el que ha de decidir la simbología de la sala. Argumenta que el reglamento municipal , aprobado con el voto de todos los grupos excepto Cs y PP en diciembre del 2015, deja en manos del consejo plenario la decisión sobre los símbolos, que han de “atender a los principios democráticos, de catalanidad, neutralidad religiosa y respeto a la singularidad histórica y la capitalidad de Barcelona”. El decimonónico salón de plenos está pendiente de una reforma integral. En el marco de esa reforma se decidirá su simbología y si el retrato de la reina Regente mantiene su lugar de privilegio o es relegado a un almacén.

, 13/03/2018 - lavanguardia