entrevista a Jordi Sánchez: “Al sobiranismo le pierde la rivalidad electoral”
Jordi Sànchez lleva una semana en huelga de hambre en la prisión de Lledoners. Le acompañan Jordi Turull desde el primer día y después Josep Rull y Joaquim Forn. A pesar de todo, el expresidente de la ANC reflexiona sobre la salida al conflicto catalán y la estrategia que cree tiene que seguir el independentismo.
¿Cómo se pone sobre la mesa la opción de hacer una huelga de hambre? ¿De quién es la idea?
No es importante el quién. Estaba en la cabeza de todos nosotros en la medida en que es una de las pocas vías de protesta pacífica al alcance de un preso. Se planteó el fin de semana del 10 de noviembre, en una de tantas conversaciones que mantenemos los siete presos políticos a lo largo del día.
¿Hubo debate?
Claro que sí, la huelga de hambre es una vía de protesta que no deja indiferente a nadie y que tiene implicaciones personales, familiares y políticas. Yo mismo llevo ponderando y reflexionando esta posibilidad desde hace tiempo.
¿Cómo interpreta las diferencias entre los presos de JxCat y los de ERC?
No tienen que ver con un partido u otro. El debate y las reflexiones son personales. Todos, también Forcadell y Bassa, compartimos la denuncia contra el bloqueo del Constitucional.
¿ Por qué el objeto es el TC y no el Supremo, que los tiene que juzgar?
Es quien nos bloquea el camino en el tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El TC defiende su actuación y sus ritmos.
La dilación al resolver recursos de amparo contra la prisión preventiva es injustificada e impropia del organismo que tiene que velar por el cumplimiento de los derechos. Cualquier tribunal tiene que resolver, por ley, en menos de 30 días los escritos contra la prisión preventiva. Mi primer escrito de amparo contra la prisión preventiva es del 22 de noviembre del 2017, hoy hace 381 días.
¿Qué tiene que pasar para que pongan fin a esta protesta?
No nos hemos puesto ninguna fecha en el horizonte. Pretendemos remover conciencias, tanto en nuestro país como en el exterior. Queremos interpelar a todo el mundo poniendo bajo el foco estas graves afectaciones a nuestros derechos.
Lleva ya más de un año en la prisión. ¿Esta situación es un impulso para el independentista?
El Tribunal Supremo sustituyó al gobierno del PP como maquinaria de hacer independentistas. Y el juez Llarena ha hecho más que Pep Guardiola para internacionalizar la demanda de un referéndum por Catalunya.
¿Qué espera del juicio?
Todo lo que no sea la absolución será un acto de injusticia. No hay base legal para la rebelión ni la sedición. No se juzgará la independencia, se juzgará la vigencia de derechos y libertades que todo el mundo daba por asumidos. Esta causa puede situar a España en los años previos al 6 de diciembre de 1978.
¿Si hay condenas y duras, la reacción tienen que ser elecciones?
Hoy me parecería un error. Las elecciones no resolverían nada. Es más, habrá que preservar el Govern y el Parlament actual. Si la ciudadanía lo percibe como una injusticia la respuesta la veremos en la calle. Podemos estar en las puertas de unas movilizaciones nunca vistas en Catalunya y con capacidad de cambiarlo todo.
¿No cree que discursos y posiciones unilateralistas alejan a una parte de la ciudadanía?
El 1 de octubre y la declaración de independencia del 27 de octubre no surgen de la nada. Son los poderes del Estado quienes rompen espacios de diálogo y moderación, quienes actúan unilateralmente y radicalizan sus discursos. En España alguien creyó y decidió que contra los ciudadanos de Catalunya todo valía. Espero que hayan visto su error.
¿La DUI fue un error o se ha poner otra vez sobre la mesa?
No renuncio a ninguna decisión política democrática y no violenta. Tampoco a una DUI. Pero requiere como mínimo dos condiciones: que democráticamente sea indiscutible y se esté en condición de defenderla y desplegarla por todo el territorio. El 27 de octubre la DUI llegó por el exceso de cálculo electoralista de aquellos que no la querían, pero que no quisieron apoyar al president Puigdemont cuando comunicó a su Govern que convocaría elecciones. Al soberanismo le pierden la falta de unidad y el exceso de rivalidad electoral.
¿Cómo valora los primeros meses del Gobierno de Pedro Sánchez?
Yo fui partidario desde el minuto cero de apoyar a Sánchez. Era una esperanza para reorientar la situación política. Pero el PSOE vuelve a hacer de PSOE.
¿No ayudaría a que el Gobierno del PSOE pudiera aprobar los presupuestos y que no se adelanten las elecciones en España?
Que no haya presupuestos no comporta necesariamente nuevas elecciones. Habrá elecciones cuando a Pedro Sánchez le funcionen las encuestas, con presupuestos o sin. Y empiezo a pensar que ni siquiera pretende seriamente aprobar los presupuestos.
¿Aceptaría un referéndum en el que se plantease un avance real del autogobierno pero no se contemplara la independencia?
No es la propuesta que la mayoría de la ciudadanía pide y por descontado no es la mía. Dicho esto, podría servir para iniciar conversaciones. ¿ Por qué no una síntesis? Se podría ir hacia un referéndum con tres opciones: mayor autonomía, mantener el estatus actual o convertirse en un Estado independiente en forma de República.
¿Repetir una lista unitaria como Junts pel Sí es imposible?
Si los dirigentes de los partidos soberanistas fueran generosos y escucharan a la gente, no lo tendría que ser. El drama es que los partidos tradicionales están obsesionados con marcar territorio. Fue un error muy grave no ir juntos el 21-D. Demasiada poca generosidad y demasiado exceso de interés particular. Maldita obsesión por el supuesto poder, aunque sean migajas de poder.
¿Es imposible una candidatura conjunta en Barcelona?
Es indiscutible que si el soberanismo va unido, la alcaldía de Barcelona será para el soberanismo. Me es igual quién sea el cabeza de lista. No ir juntos es un acto de irresponsabilidad inmensa. Es renunciar a seguir avanzando hacia el ejercicio del derecho a la autodeterminación, donde Barcelona es capital. Yo creo que habrá acuerdo, no sería comprensible ni explicable.