Pakistán cede el gobierno de una región a los talibanes

Hasta hace un año y medio era un paraíso turístico a menos de tres horas de Islamabad. Desde ayer, es un territorio ganado para la charia por los guerrilleros talibanes. Tras haberse apoderado de la mayor parte del valle de Swat los islamistas alcanzaron un acuerdo con el gobierno de la Provincia Fronteriza del Noroeste, que establece la charia como única ley en toda la región de Malakand. Dicha área, de una extensión cercana a la de Catalunya, representa un tercio de la provincia y tiene tres millones de habitantes.

El pacto fue firmado por el líder del Movimiento para la Aplicación de la Ley Islámica, Sufi Mohammad, y el primer ministro de la provincia. Este último, que pertenece a un partido pastún no religioso (ANP), fue elegido con el apoyo del Partido Popular de Pakistán, que gobierna en Islamabad. De hecho, el primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, afirmó ayer que el acuerdo será "beneficioso" para Pakistán. No obstante, muchos temen que el próximo paso - que no el último-sea la aplicación de la charia en toda la provincia pastún.

Los aterrorizados habitantes del valle de Swat recibieron con alivio la noticia, ya que la firma convierte en permanente la tregua de diez días anunciada el pasado fin de semana por los talibanes locales. El líder de estos es el yerno de Mohammad, el imán Fazlula, más conocido como Mulá Radio por sus emisiones radiofónicas en las que predica y amenaza a sus enemigos. Estos suelen aparecer de madrugada en una plaza de la capital del valle, Mingora, colgados y decapitados. Mingora es el único lugar del valle donde se aventura el ejército pakistaní.

Los talibanes de Swat, zona no fronteriza con Afganistán, se han distinguido por ser aún más fanáticos que los que encabeza Betula Mehsud - aliado tras el asalto militar a la Mezquita Roja-en Waziristán. Sus campañas de destrucción de decenas de barberías y tiendas de discos y vídeos se han acercado hasta las afueras de Peshawar. Después de arrasar 120 escuelas para niñas, los talibanes de Swat prohibieron la educación femenina desde el pasado 15 de enero.

Por otro lado, la inseguridad en las zonas pakistaníes bajo control talibán ha impedido que un millón de niños pudiera recibir la vacuna contra la poliomielitis, enfermedad erradicada en todo el mundo salvo Pakistán, Afganistán, India y Nigeria.

El pactismo del gobierno pakistaní no impidió que un avión no tripulado norteamericana volviera ayer a lanzar misiles contra una casa ocupada por talibanes, muchos de ellos afganos, provocando 26 víctimas mortales en Kurram. Hacía pocas horas que el enviado especial de EE. UU., Richard Holbrooke, había dejado Islamabad. En Nueva Delhi fue recibido con la noticia de que India aumenta su presupuesto militar en un 34%.

17-II-09, J.J. Baños, lavanguardia