´´Rivers of Babylon´, por Boney M.´, Quim Monzó

Según una encuesta del Instituto de Estudios Turísticos, el mes pasado Catalunya recibió 724.937 visitantes, un 12,8% menos que en febrero del 2008. Sumando enero y febrero, ha recibido 1,3 millones, un 11,2% menos que durante esos mismos dos meses del año pasado. Los responsables del retroceso son Francia y Gran Bretaña, cuyos ciudadanos no vienen de vacaciones a nuestro país tanto como antes.

Sería hipócrita si dijese que la noticia me entristece. Al contrario. Por mí, cuantos menos vengan, mejor. Convertidas nuestras costas en cubículos de cemento y borracheras low cost,el guiri, mamífero de natural depredador, comprueba que ya no queda mucho por depredar. Levanta entonces la vista y dirige su mirada hacia otros lugares que no hayan sucumbido aún al ansia de los indígenas por convertirse en carne de sector terciario. Desde hace años dicen que la gran competencia para el turismo catalán es la costa este del Adriático, Croacia en particular. Pues, allí, primero el guiri quedará seducido por el encanto de sus lugares, los visitará cada vez más y, cuanto más los visite, más se empeñarán los indígenas en construir para que todos los europeos tengan una habitación o un apartamento donde pasar hacinados quince días de playa o un fin de semana de vomiteras. Modificarán su gastronomía para adaptarla a los gustos de los forasteros y borrarán todo rasgo que les pueda resultar incómodo. Cuando también esos lugares estén diezmados y al guiri ya no le resulten atractivos, de nuevo levantará la vista en busca de algo nuevo.

¡Y anda que no es grande el mundo! A finales de la semana pasada, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Iraq anunció que ha llegado al país el primer grupo de turistas desde la caída de Sadam Husein. Son ocho: cinco británicos, dos estadounidenses y un canadiense. Han visitado Babilonia, la ciudad asiria de Nínive, mezquitas, santuarios y museos. Hasta Iraq es ya apetecible para los turoperadores. Dice el ministerio que ese primer viaje demuestra que Iraq es ideal para el turismo y que esperan a los visitantes occidentales con los brazos abiertos. Hacen bien en darse prisa a venderse, porque tras ellos viene Afganistán, ese mismo Afganistán caótico del que Obama plantea ya retirarse. Se sabe que los famosos budas de Bamiyán del siglo VI, patrimonio de la humanidad dinamitado por los talibanes en el 2001, revivirán gracias a un sistema láser (activado con energía solar) que los reproducirá como una especie de hologramas. Estará a punto en el 2012 y costará ocho millones de euros. Será emocionante ver de nuevo a aquellos budas destruidos por el fundamentalismo religioso y, frente a ellos, una muchedumbre de occidentales con piel de gamba, en shorts y chancletas, comiendo pollo al ast y haciéndoles fotos con el móvil.

25-III-09, Quim Monzó, lavanguardia