El nuevo Attorney General Eric Holder, pocos días después de tomar posesión en el Departamento de Justicia USA, ha anunciado el fin de la política de tolerancia cero de la Administración Bush respecto al uso de sustancias estupefacientes en ámbito médico: no serán ya más perseguidos legalmente los dispensarios que proporcionaban marihuana a personas que padecen cáncer y otros serios disturbios. El cambio viene señalado también por la designación como zar federal de la droga de Gil Kerlikowske, exjefe de la policía de Seattle, que desde el primer momento anunció que la caza de los consumidores de porros no está entre sus prioridades.
Este cambio de ruta sigue a las valoraciones sobre la cuestión de la Comisión formada por los expresidentes de Brasil (Fernando Henrique Cardoso), Colombia (Cesar Gaviria) y México (Ernesto Zedillo) que el pasado 12 de febrero recomendaron también ellos al Presidente Barack Obama el legalizar la marihuana. También el expresidente chileno Ricardo Lagos ha intervenido declarando: “Estamos perdiendo la guerra contra la droga en América Latina y ha llegado el momento de 'valorar un nuevo paradigma' sobre la cuestión, que podría incluir la legalización del cannabis”.
Como radicales antiprohibicionistas noviolentos, autores de decenas de desobediencias civiles en el ámbito de la libertad de acceso a los fármacos derivados del cannabis y de la despenalización del uso de drogas ligeras, saludamos este anuncio con renovada esperanza en que también en Italia sea posible una revisión de las políticas prohibicionistas que tanto mal continúan llevando a los ciudadanos en violación de los derechos de libre opción en los comportamientos privados y de los derechos de los enfermos a la libertad de curación y de terapia.
23-III-09, notizieradicali
Rita Bernardini
