´Calidad y libertad en la educación pública´, E.N. Aguilar & Teresa Bravo

E. N. AGUILAR  - Barcelona
No veo claro que se les quite el concierto a colegios por tener educación diferenciada (niñas y niños separados). ¿Acaso no cumplen con el currículo escolar? ¿O se ha comprobado en esos alumnos una tasa significativamente mayor de delincuencia, fracaso escolar o incivismo?

Los padres de esos alumnos ¿no pagan impuestos como cualquier ciudadano? No nos confundamos: la educación diferenciada es una opción en una sociedad libre, no un lujo. Porque lo que el Estado - esto es, los españoles-subvenciona a las escuelas concertadas es la actividad educativa común a todos, y no unas actividades extras. Además, cada plaza en la escuela concertada le supone al Estado un coste menor que en la escuela pública. La democracia ha de estar abierta a la pluralidad, no cerrada en el igualitarismo.

TERESA BRAVO MORAL  - Badalona
El fracaso escolar sigue siendo un problema del que no acabamos de salir. Ahora los datos son: es un asunto masculino, el 80% de los alumnos conflictivos son chicos; también en el abandono escolar van ellos en cabeza; otro dato, el 36% no acaba ni la ESO. Los estudios dicen que mientras las chicas estudian ocho horas semanales, los chicos lo hacen tres horas. Y que los repetidores son el doble entre los varones. Llevo casi cuatro décadas en la enseñanza pública y, por tanto, mixta. Sin embargo, no estoy segura de que esta sea la mejor ni la única solución para que se mejore el rendimiento escolar. Por tanto, y a la vista de tanto fracaso, todavía me ha sorprendido más que no se conceda en Cantabria una subvención a un colegio donde, por lo menos, no lo hacen peor, es más, en algunos aspectos superan con creces a nuestras escuelas públicas, cada vez más desmotivadas y con tanto fracaso. Es como una actitud infantil de no querer reconocer que no siempre tenemos razón, que otras soluciones pueden ser buenas aunque no nos gusten, y me parece una sandez que se llame discriminar a la educación diferenciada.

Simplemente, separan en las clases adaptándose a las circunstancias tan evidentes de la distinta maduración de los chicos y las chicas. EE. UU. y el Reino Unido tienen muchas escuelas así y nadie lo considera discriminatorio.

20-IV-09, cartasdeloslectores, lavanguardia