´ˇHasta la achicoria siempre!´, Quim Monzó

En la cumbre de las Américas, Chávez regaló a Obama Las venas abiertas de América Latina,"libro de culto de la izquierda latinoamericana", según repitieron los medios, incluidos aquellos que acababan de saber de su existencia. Mientras tanto, en las bibliotecas venezolanas hay purga de libros. Sesenta y dos mil han sido retirados de los anaqueles. Lo denuncia la presidenta de las bibliotecas del Estado de Miranda, que ha descubierto el pastel cuando, tras las elecciones de noviembre, pasaron a manos de la oposición. Leo los detalles en El Periódico,en una crónica de Ángel Bermúdez. Los libros que los chavistas eliminan están relacionados con la época de la colonia y con líderes venezolanos anteriores a Chávez: las obras completas del presidente Betancourt, por ejemplo. Pero también El principito de Antoine de Saint-Exupéry, Doña Bárbara de Rómulo Gallegos o El Quijote de Cervantes. En el espacio que estos libros dejaron en los anaqueles hay ahora libros sobre marxismo y la vida y milagros del Che Guevara.

Como las hogueras no son ecosostenibles, ahora los libros purgados van a una empresa de reciclaje de papel. Es muy buena la excusa que da Ignacio Barreto, presidente de la Biblioteca Nacional de Venezuela: "Lamentablemente, los hongos y las polillas no saben nada de ideología". Según él, han destruido los libros porque estaban en mal estado, no por razones ideológicas. Lo mejor del caso es que, tras decir eso, aparece en una foto que le hace el mismo Ángel Bermúdez y se le ve frente a una pared ¡en la que cuelga un retrato del Che!

Mientras tanto, a nueve mil kilómetros de distancia, Elzbieta Radziszewska, ministra de Igualdad del Gobierno de Polonia, quiere prohibir la reproducción de la cara del Che en carteles y camisetas, porque lo considera propaganda totalitaria. Igual que en muchos países europeos, en Polonia están prohibidas las imágenes o los textos que ensalzan el totalitarismo. De modo que, en ese capítulo de imágenes y textos exaltadores, la ministra quiere colocar al Che. Si la prohibición se aprueba, a quien se la salte le pueden caer hasta dos años de cárcel. A mí me parece bien. Comunismo y fascismo son dos sistemas totalitarios, que cometieron atrocidades sin reparo alguno. La novelista Muriel Spark lo dijo de forma precisa: "Todo comunista tiene un ceño fascista, y todo fascista una sonrisa comunista". Aunque yo, si fuese Elzbieta Radziszewska, visto el fervor de los dirigentes venezolanos por el guerrillero, haría que la pena por llevar una camiseta del Che o tener un póster suyo en el dormitorio no fuesen dos años de cárcel sino un viaje a Venezuela (sin billete de vuelta). Me juego un cigoto a que la perspectiva de una vida en el paraíso chavista sería más disuasoria que dos años en una cárcel polaca.

2-V-09, Quim Monzó, lavanguardia