´¿Culo o codo?´, Montserrat Domínguez

Deslizo la palabra culo en el titular con la esperanza de atraer lectores como abejas a esta columna. Y si los compañeros de edición tienen a bien ilustrar estas líneas con una foto de trasero de primera dama, princesa o similar, miel sobre hojuelas. Al fin y al cabo, ¿de verdad alguien quiere leer otro artículo sobre el PIB, la recesión, las relaciones hispano-francesas, o ver otra imagen de mexicanos con mascarilla?

A mí me encantó la foto de las espaldas, las melenas y los tacones de Carla y Letizia que tanta polémica ha levantado. En el fondo, es la confirmación de que las cumbres bilaterales no sirven para nada más que para la autopropaganda. La política agoniza, así que unamos nuestras copas y brindemos todos: "Vive le spectacle!"

Obama lo tiene clarísimo. Sarkozy lo intuye. Berlusconi lo sabe, pero el contubernio entre la prensa de izquierdas y su propia esposa, Veronica Lario, le han amargado la fiesta. El PdL quería presentar en sus listas europeas a un grupo de mujeres cultas, preparadas y sobre todo muy guapas, algunas de las cuales habían salido de las factorías televisivas de Mediaset, tras pasar por un rápido cursillo de preparación política. "Al menos no eran personas malolientes ni malvestidas, como otros personajes que circulan por los pasillos del Parlamento", refunfuñó Berlusconi al verse obligado a dar marcha atrás en su plan. Su esposa (una primera dama que, por cierto, apenas ejerce como tal en cumbres y otros saraos) había criticado la "basura impúdica" que se había montado en los medios a costa de las listas, para "diversión del emperador".

El problema es que el emperador sabe cómo excitar al pueblo hasta que este grita en el circo romano "¡más, más!". Es el mismo argumento que los dirigentes televisivos, algunos criados a los pechos berlusconianos, han utilizado para convertir las parrillas televisivas en lo que hoy son. Idéntico razonamiento empieza a oírse en los templos periodísticos, tras comprobar que una buena foto (no digamos ya una buena delantera o un trasero potente) dispara el número de visitas a través de la red. Miel pura, en estos tiempos en los que los ingratos lectores nos abandonan (no, ustedes no, sé que nunca lo harían).

"¿Culo o codo?" es una divertida minisección del programa de Cuatro El hormiguero.Las estrellas del cine y del rock matan por aparecer al lado de Pablo Motos: hace poco estuvo - ¡ay!-Hugh Jackman. Al australiano no le dejaron acabar ni una frase, pero estuvo en plano todo el tiempo, se exhibió, hizo promoción de su peli, bailó, bromeó y se fue. Ya sabemos que Jackman no es precisamente un premio Nobel, pero... ¿ni una pregunta merecía?

Bien es verdad que cada vez importa menos lo que digan los Nobel. O los Cervantes: Marsé se curró un hermoso discurso para que, al final, los medios destacáramos la imagen del Rey sesteando, y su lapsus sobresaltado. No, en estos tiempos de culos y codos, la culpa no es sólo del emperador.

1-V-09, Montserrat Domínguez, lavanguardia