´Vuelve la plática´, Magí Camps

Cuarenta años atrás, en los tiempos de la tele en blanco y negro y el UHF, los críos sabían de la existencia de otros acentos hispánicos gracias a aquellos memorables doblajes, made in Puerto Rico,que recurrían a una especie de español estándar para todos los países hispanohablantes. Al ser un producto de laboratorio, ningún área dialectal lo sentía como propio, porque además se ofrecía aderezado con falsos amigos del inglés. Recuerdo con especial cariño Furia, la serie de aquel caballo negro azabache, cuyo joven dueño respondía "seguro" (sure) allí donde un hispanohablante habría dicho "por supuesto", "claro".

Incómoda con ese híbrido, España empezó con sus propios doblajes, pero la Disney, cuyas películas eran el epítome del español neutro, se resistió y fue uno de los últimos bastiones en caer: las majors siempre tan respetuosas con las singularidades...

Tras un largo paréntesis de españolidad acentuada, la inmigración hispanoamericana ha inundado las calles con los cálidos acentos caribeños o rioplatenses. Las 22 academias de la lengua no han tenido más remedio que colaborar y hoy España constata con cierta sorpresa que eso del seseo, atribuido ingenuamente a algunas áreas del sur peninsular, resulta que es general en toda la América hispana. Es decir, los que al hablar diferencian una ce de una ese son una minoría que no llega ni al 10 por ciento de los 400 millones. No es extraño, pues, que ahora se vean numerosos carteles en que se confunden estas letras: resiclable, cilencio... Que nadie se ría, porque a la empanada de la be y la uve, en los que sesean se añade la de la ce, la zeta y la ese: El mundo nunca es zufisiente,que decía un amigo, hipercorrigiéndose.

Pero no todo son errores ortográficos. Gracias a estos viajes de ida y vuelta, la palabra plática,que dábamos por muerta y enterrada, está vivita y coleando. Y también hemos aprendido un significado muy concreto de remesa, vinculado al trajín pecuniario.

Los publicitarios, atentos al reflujo, elaboran los anuncios teniendo en cuenta detalles de este tipo. En Telefónica, por ejemplo, emplean confiable para referirse a la fiabilidad de las llamadas a Hispanoamérica. Se trata de un adjetivo que ningún español emplearía en este caso, pero que es de uso corriente en países hispanoamericanos. Buscando el target, han dado en la diana.

4-V-09, Magí Camps, lavanguardia