´Eficiencia´, Manuel Ludevid

En mi último artículo publicado el día de Sant Joan ("Tiempo de resultados") se coló un duende que puso eficacia cada vez que yo escribía eficiencia y que añadió una letra l a una a,lo que pudo hacer pensar que defendía el paro obrero. Bien al contrario, lo que se proponía era proceder a un buen aislamiento de los edificios como una forma de combatir a la vez el paro y el despilfarro energético, tal como sugirió con acierto el Gobierno británico.

Más importante es la diferencia entre eficacia y eficiencia.La eficacia es la capacidad de obtener los objetivos propuestos. La eficiencia es la capacidad de obtener resultados a partir de un buen uso de los recursos. La eficiencia difiere de la eficacia en este aspecto clave: relaciona los resultados con los recursos empleados. De ahí que, cuando hablamos de energía y de medio ambiente, el término que nos interesa es el de eficiencia: cómo conseguir el mismo o mayor bienestar con menor uso de recursos.

La eficiencia energética es el mayor reto ambiental de España. Desde el punto de vista de la oferta eléctrica, la mayor eficiencia la obtenemos hoy con las centrales de ciclo combinado a gas natural, que tienen un rendimiento del 60%: por cada 100 unidades de energía de gas que introducimos en estas centrales, obtenemos 60 unidades de energía eléctrica producida. Contra lo que mucha gente cree, la eficiencia de las energías renovables es todavía muy baja, lo que las hace muy caras, tanto desde el punto de vista económico como ambiental. La energía solar fotovoltaica, por ejemplo, tiene un rendimiento de un 7% : de 100 unidades de energía que nos llegan del sol, sólo somos capaces de transformar en energía eléctrica 7 unidades. Pero también es clave la eficiencia de la demanda, o sea, la capacidad del usuario para utilizar la energía con el máximo nivel de ahorro de recursos. Tan importante es la eficiencia del motor de un automóvil como su conducción eficiente.

España se halla entre los países de Europa más ineficientes desde el punto de vista energético. Pero la ineficiencia va por barrios: la industria española ha mejorado su eficiencia en los últimos 15 años, mientras que nuestros edificios, y especialmente el transporte, la han empeorado sensiblemente. De ahí el papel clave del aislamiento de los edificios, del control de los coches más ineficientes y de la promoción del transporte público colectivo.

2-VII-09, Manuel Ludevid, economista. Último libro: ´La respuesta ambiental´ (Editorialaresta. com), lavanguardia