Emma Bonino, vicepresidenta del Senado italiano:
Lo que está sucediendo en el Xinjiang es la inevitable consecuencia de un proceso forzoso de sinización de toda la provincia donde los uigures ya sólo son el 45% de la población, como desde hace años viene señalando al mundo entero Rebiya Kadeer, la líder en el exilio del Congreso Mundial de los Uigures.
Siendo la disidencia uigura un universo complejo y variado, la violenta represión por parte de Pekín, con la lucha contra el terrorismo usado como útil paraviento, arriesga de echar gasolina al fuego radicalizando las fuerzas autonomista e independentista en perjuicio del planteamiento noviolento propugnado por Rebiya Kadeer. El caso tibetano enseña hasta qué punto es sistemática la política de Pekín dedicada a alterar los equilibrios demográficos con masivas inmigraciones Han. Como para el Tíbet, la nomenclatura china parece impermeable a cualquier crítica externa, hasta el punto que el Presidente chino, Hu Jintao, no siente ningún embarazo por presentarse en el G8 mientras la carnicería está en curso. Muy bien ha hecho, en cambio, el Presidente (de la República italiana, ndt) Napolitano mencionando la cuestión de los Derechos Humanos a Hu Jintao el mismo día de la firma con China de 38 acuerdos económicos y comerciales por un valor conjunto de 2 millardos de dólares.
Como exministra de comercio internacional, no puedo más que valorar positivamente el desarrollo de los intercambios comerciales con la superpotencia asiática, pere el proceso de modernización de China no ha de hacer pasar bajo silencio las rigideces de su sistema autoritario. El G8 de l´Aquila arriesga de revelarse para Hu Jintao no el mejor de los escaparates posibles.
6-VII-09, Emma Bonino, radicali.it
