´¿Cuánto pagar por energía limpia?´, Javier Valle

Poco a poco se ha instalado la opinión
de que el intenso debate
que hemos vivido sobre la nuclear
de Garoña ha sido una manifestación
de un supuesto dilema nucleares
frente a renovables, o electricidad a 35
€/MWh frente a electricidad a 100 ó 150
€/MWh. Se ha dicho que el Gobierno cierra
Garoña para sustituir sus algo más de
400MWpor renovables, y nodeja de sorprender
que, al mismo tiempo, los productores
de renovables achaquen al Gobierno
haber frenado el desarrollo del sector en
el mismo Real Decreto Ley que aprobó el
bono social y el pago del déficit tarifario,
cifrado en unos 15.000 millones de euros.

Contraponer nucleares a renovables,
en las circunstancias actuales, es un error,
consciente o no, un dilema falso y artificial.
Aunque resulta imposible predecir
qué tecnología suplirá los 400MWde Garoña
en 2014, sí puede asegurarse que
cuando cambie la coyuntura económica,
la potencia que genera Garoña se suplirá,
probablemente, con electricidad generada
con gas natural importado, porque el
Real Decreto Ley ha dejado claro que de
momento no hay dinero para todos y ha
optado por sacrificar las renovables.

Mayor calado que el cierre de la nuclear
(con el que, insisto, nada tienen que
ver directamente las renovables) tiene el
debate sobre los costes del sistema eléctrico
y, unida a él, la definición de una matriz
energética nacional. Ésta debe venir
marcada por motivos técnicos ydeplanificación
estratégica a largo plazo y no por
otros: parece precipitado cerrar una instalación
por una promesa electoral más o
menos firme y parece precipitado frenar
por razones coyunturales uno de los escasos
sectores económicos en los que España
había conseguido ponerse a la cabeza
mundial, y que sin apoyo oficial no va a
poder seguir innovandoy bajando los costes
de generación de electricidad verde.
Sería bueno comparar el porcentaje de la
factura eléctrica que suponen las primas a
las renovables con todas las otras partidas
de la factura eléctrica. Los datos pueden
retorcerse hasta hacerles decir lo que interese,
pero conviene no olvidar que las primas
a las renovables no son las únicas
“ayudas” que pagamos en la factura eléctrica,
y a lo mejor un análisis objetivo y
profundo de costes revela que el precio
que pagamos por la energía verde no es
tanto, incluso en tiempos de crisis.

30-VII-09, Javier Valle, experto en derecho de la energía, lavanguardia