´¡Pilla por la orilla!´, Enric Juliana

Versión solemne de  los últimos acontecimientos madrileños, según un militante del Partido Popular al que le gusta la historia: "El congreso de Valencia fue la batalla de Stalingrado de la derecha española. Fue una extenuante lucha de posiciones, que Mariano Rajoy, con la imprescindible ayuda de Camps (Valencia), Arenas (Andalucía) Núñez Feijóo (Galicia), supo resolver a su favor, resistiendo el embate de una temible fuerza de choque articulada por Esperanza Aguirre, el cardenal Antonio María Rouco Varela (emisora Cope), Pedro J. Ramírez (diario El Mundo)y antiguos oficiales del aznarato. La periferia ganó a Madrid".

"Ahora - añade este apasionado lector de la Segunda Guerra Mundial-estamos ante la batalla de Kursk. Derrotados en Stalingrado, los alemanes realizaron un último intento ofensivo en el frente del Este, movilizando todos sus carros de combate. La de Kursk fue una batalla basada en la velocidad. Aprovechando el estrépito del caso Gürtel en Valencia y la evidente quiebra de la confianza de Rajoy en Camps, Aguirre (ya sin el concurso de Rouco Varela, que ha dado medio paso atrás por indicación de Roma), ha lanzado un ataque relámpago para colocar a su lugarteniente Ignacio González en la presidencia de la segunda entidad de ahorros española. Una gran caja de caudales. Persigue, Aguirre, tres objetivos: recompensar a González por los servicios prestados (ha sido su principal estratega durante años); condicionar la política de Rajoy; y acumular fuerzas para un nuevo asalto al liderazgo del partido, según cuál sea el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 2011. Es una apuesta temeraria, como la de Kursk. Aguirre seguramente volverá a perder".

Lectura más a ras de tierra, según un experimentado periodista madrileño que ha visto de todo en los últimos treinta años: "Quien acabe controlando Caja Madrid tendrá una de las llaves maestras del inevitable reajuste del poder económico en España, comenzando por la fusión de las entidades de ahorro. Caja Madrid puede conducir a Florentino Pérez al control de Iberdrola; tiene algo que decir en Indra (tecnología militar,) y en sus manos están algunos créditos de medios de comunicación residenciados en la capital. Es la rótula del Gran Madrid. Estamos ante la madre de todas las batallas".

Versión cheli, de un buen conocedor de la inefable Federación Socialista Madrileña: "Con el visto bueno de Leire Pajín - y seguramente de José Blanco-,el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez (ex alcalde de Parla), pactó con Aguirre: ´La presidencia para ti y la vicepresidencia para nosotros, y que les den a Rajoy y a Ruiz-Gallardón´. Izquierda Unida y los sindicatos también están en la pomada. ¡A pillar por la orilla!, que se decía en la movida". (En cristiano: cojamos la oportunidad al vuelo).

"Pajín y Gómez son estrategas provinciales. Lo de Blanco, que es inteligente, resulta más extraño. Seguramente creían jugar al divide y vencerás; tacticismo de baja cota. Gente con experiencia le ha hecho ver a Zapatero lo que realmente está en juego. Y ahora deben obligar a Gómez a dar marcha atrás. Y Gómez ya ha prometido cargos. El fantasma del tamayazo (el escándalo del cambio de voto en la Asamblea de Madrid en el 2003) se pasea por la esquina de Ferraz".

Versión de un gélido observador: "Atentos a la caballería del Banco de España. Puede que esté a punto de intervenir".

27-X-09, Enric Juliana, lavanguardia