el grupo socialista prefiere poner a Blair ´en Exteriores´

Las excusas fueron varias. Pero, a medida que avanzaba ayer el Consejo Europeo de Bruselas, la candidatura de Tony Blair a liderar la institución y convertirse en el primer presidente permanente de la UE se desinflaba lentamente. Quizás, sin remedio.

Tanto la izquierda como la derecha piden ahora un europeísta convencido y comprometido. Otros, a alguien que una y no que divida. Alguno pidió incluso que se elija a una mujer: "Miren a su alrededor, ¿cuántas mujeres ven? ¿No creen que debemos nombrar a una para este puesto?", propuso durante la reunión el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek. Y no es esta la única condición que, a juicio de muchos, el ex premier británico no cumple.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero fue el primer representante socialista en admitir abiertamente que la izquierda ha descartado apoyar a Blair para el puesto. La familia socialista europea "ha expresado una clara preferencia" por quedarse con el puesto de Alto Representante de Exteriores, comentó tras verse con sus compañeros de partido.

La posición no es unánime pero sí mayoritaria. "Estamos llegando a un acuerdo - aseguró el eurodiputado Ramón Jáuregui-.Creemos que Blair no es representante de la familia socialista". Según el portavoz parlamentario del PSE, Martin Schulz, el británico Gordon Brown se quedó solo defendiendo a Blair.

El cargo de ministro de Exteriores tendrá, según algunos analistas, más proyección y poder que el de presidente, figura que algunos quieren limitar a labores de mediador. Además, el sucesor de Javier Solana tendrá un pie en el Consejo (los Gobiernos) y otro en la Comisión Europea, de la que será vicepresidente.

El Partido Popular Europeo, que entre bastidores ha maniobrado a favor de Blair, asumió ayer que la candidatura del británico a presidente está quemada y que deberá ceder a la izquierda el puesto de "ministro" de Exteriores...

La decisión sobre los nombramientos debería haberse adoptado en esta cumbre, pero el bloqueo checo a la entrada en vigor del tratado de Lisboa invita a la prudencia. París y Berlín siguen sin desvelar sus cartas. La presidencia sueca de la UE ha pedido a las capitales que reserven la fecha del 10 de noviembre para una posible cumbre extraordinaria en la que se decidirán los nombramientos.

La cita sólo se convocará cuando el Tribunal Constitucional checo despeje el camino para que el recalcitrante presidente Václav Klaus estampe su firma en el tratado de Lisboa y este entre al fin en vigor. Anoche la presidencia sueca de la UE pactó con el primer ministro checo Jan Fischer, en presencia de colaboradores de Klaus, la redacción y la forma de la declaración que el jefe de Estado ha puesto como condición para rubricar el texto.

Se trata de una exención de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE para proteger a los checos de posibles reclamaciones de los alemanes expulsados de los Sudetes tras la II Guerra Mundial. Eslovaquia se lo ha pensado mejor y aunque reclamó una exención similar ha cambiado de opinión a la vista de que el riesgo es mucho menor que las ventajas que da a los ciudadanos la nueva Carta de Derechos.

30-X-09, B. navarro, lavanguardia