atentados contra el Ejército

Dos nuevos atentados, con unas horas de diferencia, causaron ayer al menos 36 muertos y más de 60 heridos en Pakistán. Un terrorista suicida se voló a las puertas de un banco en Rawalpindi - la ciudad cercana a la capital, Islamabad, y centro neurálgico del estamento militar pakistaní-.El lugar elegido era el Banco Nacional y el día, justo el del cobro de salarios. El banco se encuentra cerca del cuartel general del ejército y muchos de los que hacían cola para cobrar eran soldados; cuatro resultaron muertos y nueve, heridos, según un portavoz militar. Horas después, por la tarde, otro suicida, esta vez a bordo de un coche, atentó en Lahore contra un puesto de control de policía. Mató a un agente y dejó heridos a otros siete entre un total de 25 personas. La autoría de los ataques no fue asumida por ninguna organización, mientras que el Gobierno anunciaba en la prensa una recompensa de cinco millones de dólares por toda información que condujera a la captura del jefe talibán Hakimulah Mehsud y a una decena de cabecillas de la insurgencia. Al recrudecerse la ofensiva militar en el sur de Waziristán, la ONU ha empezado a retirar personal extranjero y a suspender proyectos de desarrollo en las zonas fronterizas con Afganistán. Todo el personal no pakistaní cuya presencia no sea imprescindible en la provincia Frontera del Noroeste y en la zona llamada territorio de las ÁreasTribales - que incluye Waziristán-deberá retirarse. La decisión reviste especial gravedad, dadas las dramáticas condiciones de vida en esta zona.

3-XI-09, agcs, lavanguardia