niqab (esta vez) liberador para la periodista Lubna Ahmed al Hussein

Lubna Ahmed al Husein, la periodista sudanesa que fue condenada a ser fustigada por llevar un pantalón considerado "indecente", confesó ayer en París haberse ocultado bajo un niqab para abandonar clandestinamente su país. La periodista tenía prohibido salir del país. "Recurrí al niqab y pude salir a pesar de todo", declaró. La joven fue recibida en París por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, que rindió un homenaje a su combate "importante para las mujeres árabes y africanas".

28-XI-09, afp, lavanguardia

Lubna Ahmed al Husein, encarcelada el lunes por llevar pantalones, fue puesta en libertad ayer después de que la asociación de periodistas sudaneses asegurase que había pagado la multa. La prenda puede ser considerada indecente según una ley del dictador Al Bashir. "Seguiremos luchando para cambiar esta ley, la policía de orden público y los tribunales de orden público", declaró Lubna al diario Ajras al Hurriya (las campanas de la libertad), donde ha colaborado. Anteayer, en un juicio rápido, fue condenada a pagar una multa equivalente a 146 euros o a un mes de cárcel si no lo hacía, aunque se salvó de los 40 latigazos por indecencia. Se negó a pagar la multa y advirtió a los suyos que no lo hicieran. Esto molestó a las autoridades, deseosas de que el caso no siguiera teniendo resonancia internacional con campañas en favor de la liberación de la activista. Quizás por ello, la asociación de periodistas -tildada por muchos de progubernamental- pagó o dijo haber pagado la sanción. A Lubna no le agradó la maniobra, cuando hay más de 700 mujeres en la cárcel por "indecencia" y centenares han sido azotadas.

9-IX-09, afp, lavanguardia

La periodista sudanesa Lubna Husein sale de un juzgado en Jartum, Sudán
La periodista sudanesa
Lubna Husein sale de
un juzgado en Jartum,
Sudán.   EFE/Philip Dhil

La periodista sudanesa Lubna Husein fue declarada culpable de "indecencia" por vestir con pantalones, pero finalmente ha sido condenada a pagar una multa o a pasar un mes en prisión y no sufrirá los 40 latigazos que había reclamado la acusación, según informaron fuentes presentes en el juicio.

"Ha sido declarada culpable, pero nosotros sabemos que no lo es. Ha sido condenada a una multa de 500 libras" (145 euros), declaró Yasir Arman, miembro de las autoridades e importante dirigente del grupo rebelde desmovilizado Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán que asistió al proceso. Según Arman, el veredicto es anticonstitucional.


Lubna Husein, que fue detenida el pasado julio en una fiesta junto a otras doce mujeres, se enfrentaba a una pena de 40 latigazos por vestir prendas consideradas indecentes por las autoridades. Arman precisó que el veredicto no incluye ninguna forma de castigo físico.

Diez de las otras mujeres se declararon culpables y fueron azotadas, según ha dicho la propia Husein. Pero ella se ha negado a pagar la multa. "No pagaré el dinero, iré a la cárcel", afirmó tras conocer la sentencia.

Su abogado Nabil Adib Abdalá se ha quejado de que la ley sobre vestimenta indecente es tan ambigua que contraviene el derecho de su clienta a un juicio justo.

Ex periodista que trabajaba para Naciones Unidas cuando fue arrestada, Husein ha dado publicidad a su caso, posando ante los medios de comunicación vestida con pantalones amplios. En su opinión, los pantalones que llevaba el día que la detuvieron, que también llevó a su primera comparecencia ante el tribunal que la ha juzgado, son respetables y, por lo tanto, no infringió la ley al ponérselos.

Husein dimitió de su puesto en la ONU para renunciar a su inmunidad legal y así poder seguir adelante con el juicio, demostrar su inocencia y desafiar la ley que castiga la indecencia.

Algunos responsables de la ONU habían indicado que tenía inmunidad porque trabajaba para la organización cuando la arrestaron, pero luego el Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés dijo al tribunal que no era inmune y que el proceso podía continuar.

Los juicios por indecencia no son comunes en Sudán, donde existen grandes diferencias culturales entre la población del norte, en su mayoría musulmana, y la del sur, cristiana.

El caso de Husein congregó a varias decenas de mujeres en las inmediaciones del tribunal que le expresaban así su apoyo. "Lubna nos ha dado una oportunidad. Es muy valiente. Desde la década de los años 90 han sido golpeadas miles de chicas, pero Lubna es la primera que no guarda silencio", destacó una de las mujeres, Sawsan Hassan el Showaya, antes de que se conociese el veredicto.

Antes casi de que comenzase la sesión, se produjo un altercado entre las manifestantes y un grupo de islamistas que coreaban eslóganes religiosos, llamaban prostitutas a Husein y a sus simpatizantes y pedían un castigo duro para ella. Pero la Policía antidisturbios controló rápidamente la situación, golpeando con porras a algunas personas y deteniendo a unas 40 mujeres.

7-IX-09, reuters/ap, lavanguardia

La periodista sudanesa Lubna Husein, encarcelada ayer lunes en Jartum por vestir "ropa indecente", fue puesta en libertad hoy después de que el sindicato nacional de su profesión pagara la multa impuesta por un tribunal.

La cadena de televisión Al Yazira señaló que, a la salida de la prisión, la periodista expresó su disconformidad con el pago de la multa, ya que ella no ha dado permiso para ello.

Ayer, Husein ingresó en la cárcel tras negarse a pagar una multa de unos 200 dólares impuesta por un tribunal penal de la capital sudanesa que la encontró culpable de llevar "ropa indecente", cuando fue detenida en julio pasado en un café por vestir pantalones, prenda considerada por la ley sudanesa como "inmoral".

Lubna fue juzgada conforme a la cláusula 152 de una norma que estipula que "toda persona que se comporte con una conducta inmoral, o se presente en público con un vestuario contrario a la decencia será castigada con 40 latigazos y al pago de una multa".

La periodista trabajaba en la oficina de prensa de la misión de la ONU en Jartum, pero decidió renunciar a su empleo y a la inmunidad que le proporcionaba para enfrentarse a la Justicia de su país y conseguir en último término la derogación de esa ley.

8-IX-09, reuters/ap, lavanguardia