´Devorar a los mejores´, Joaquín Luna

Javier Solana es un hombre de Estado sin Estado. O sin partido. He aquí uno de los dramas españoles: las estructuras de los partidos están castigando a las personalidades brillantes, inevitablemente dueñas de su pensamiento. Si la sociedad de la transición hizo posible figuras internacionales de la trayectoria de Samaranch o Solana, el panorama presente parece encaminado a lo contrario.

La carrera internacional de Solana -indiscutible- concluye sin haber recibido en los últimos tramos el apoyo de su partido, el PSOE, como tampoco se lo dio el PP de Aznar a la hora de elegir al primer "ministro de Asuntos Exteriores" de Europa. Viendo dar vueltas por el mundo a Solana y a su equipo -tiene la mejor portavoz del país, Cristina Gallach-, uno se hacía una idea de lo que algún día significaría ser europeo: un humanista por encima de las patrias.

¿Lo perderá ahora España? Seguro. Y con alevosía.

29-XI-09, Joaquín Luna, lavanguardia