persecución y represión del catolicismo en China

LEON YAO LIANG (1923-2009) Obispo católico chino.

Los pasados Juegos Olímpicos de Pekín y el conflicto de Tíbet hicieron renacer las dudas sobre el cumplimiento de los derechos humanos en China. Y ahora, el fallecimiento de Leon Yao Liang abunda en el debate. Yao Liang fue ordenado párroco y pastor asistente de la Fundación Cardinal Kung a los 23 años, institución fiel a la Iglesia católica, religión no admitida ni tolerada por el Gobierno chino. Por ello, las actividades del párroco poco a poco fueron restringidas.

Yao hizo caso omiso de las órdenes gubernamentales y siguió practicando el catolicismo de forma encubierta. Pero el clima político era cada vez más tenso y, finalmente, le internaron en un campo de trabajos forzados en 1956. Al cabo de dos años, fue condenado a cadena perpetua por no renunciar al catolicismo. Aunque fue puesto en libertad en 1984, ocho años después de la muerte del fundador del comunismo chino, Mao Tse Tung, siempre estuvo vigilado.

          

China forzó a los católicos a romper los lazos que los unían con el Vaticano, condenándolos a la clandestinidad, situación en la que estaban millones de chinos, entre ellos, Yao.

El Vaticano intentó de manera infructuosa restablecer las relaciones para apaciguar la situación. Como muestra de agradecimiento a la fidelidad de sus creyentes, el Papa nombró obispo a Yao.

El pasado 30 de diciembre, Leon Yao Liang falleció a los 87 años en una región de Xiwanzi.

A raíz del deceso de Yao, la Fundación Cardinal Kung ha denunciado que actualmente aún hay párrocos sometidos a vigilancia policial, que siguen desaparecidos tres sacerdotes y un vicario, mientras que dos obispos permanecen en cautiverio.

La muerte del obispo Leon Yao Liang se ha visto envuelta además de misterio por las reticencias de las autoridades chinas a desvelar cualquier detalle sobre el religioso y su fallecimiento.

11-I-10, M. Alemany, lavanguardia