´Caso Vic: cerrado en falso´, José Antich

Que nadie se engañe: Vic va a acatar el informe de la Abogacía del Estado encargado por el Ministerio del Interior respecto a la obligatoriedad del empadronamiento de inmigrantes irregulares, pero el caso se ha cerrado en falso. Y no por una previsible reacción xenófoba de una parte de la ciudadanía, ni tampoco por una utilización partidista de la inicial decisión del Consistorio de la capital de Osona de no empadronar a los sin papeles,sino simplemente porque el sustrato del debate ciudadano sobre la inmigración es muy superior al que los partidos desean seriamente tener. Lejos de lo que se puede pensar fuera de Catalunya, Vic no ha salido debilitada de la controversia, ya que una ciudad con alrededor del 25% de inmigración ha levantado de una manera unánime la mano para salvar su modelo de convivencia y lo ha hecho con cordura y sin crispación. Ya se sabe que es un debate, en algunos aspectos, incómodo. Como también se conoce que la crisis económica proyecta elementos de incertidumbre respecto a la cohesión social. Se podrá decir, con razón, que hasta la fecha no se han registrado momentos de conflicto y que los temores que podía haber hace un año han quedado por suerte disipados. Pero esconder la cabeza debajo del ala cada vez que surge la polémica sobre la inmigración no va a contribuir ni a su integración ni a rebajar aquellas situaciones complejas en algunos municipios. Lo lógico es un diálogo sereno pero profundo, en el que ninguna formación trate de sacar partido. El caso de Vic habría sido un buen momento. Aparcado el debate, sería bueno no confundirse y tener presente que los problemas no los acaba solucionando un dictamen de un abogado del Estado.

23-I-10, José Antich, director de lavanguardia