Afganistán: ´soluciones´ siempre a costa de los Derechos Humanos

entrevista a Sima Samar, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en Afganistán.

Tras una vida dedicada a la medicina  y los derechos humanos, Sima Samar es hoy la imagen del mejor futuro que puede tener Afganistán. Estuvo en el gobierno de transición de Karzai y hoy trabaja para ampliar y reforzar las libertades fundamentales de los afganos. Esta semana ha participado en Barcelona en unas jornadas dedicadas a su país y organizadas por la Asociación por los Derechos Humanos en Afganistán.



Después de haber luchado tanto contra los talibanes, no debe serle fácil aceptar que ahora puedan volver al Gobierno, como propone el presidente Karzai y parece que la comunidad internacional acepta.

Sí, claro, aunque siempre es preferible un acuerdo pacífico a más violencia.

¿Un acuerdo a costa de reducir las libertades?

No. Cualquier programa de reconciliación con los talibanes no debe ser a costa de la justicia ni de los derechos humanos.

Los talibanes están en contra de aspectos tan esenciales como la separación entre estado y religión o la igualdad entre hombre y mujer, que recoge la Constitución. ¿Pueden cambiar?

No lo sé. Las personas cambian y ellos deberán hacerlo si desean gobernar, aunque parece muy difícil en este caso. Todo dependerá de las presiones que reciban de Pakistán. Pakistán puede forzarles a pactar.

¿Se fiaría usted de un pacto con ellos?

Tampoco, pero aquí tendrá una gran responsabilidad la comunidad internacional, que debe garantizar que el pacto, si es que llega a firmarse, se respete.

Sin embargo, usted misma se queja de que, incluso bajo el gobierno de Karzai, los derechos de las mujeres van en retroceso.

Sí, es cierto. A pesar de los avances logrados al principio, la mujer vuelve a perder terreno y el Gobierno no tiene intención de forzar una mayor igualdad.

La comunidad internacional tampoco le presiona lo suficiente para que lo haga.

Mal precedente... .

Sí. No soy nada optimista.

Y ahora las elecciones se han retrasado hasta septiembre por falta de garantías.

Está claro que la comunidad internacional ha cometido errores. No existe, por ejemplo, una estrategia comprensiva. Cada país con presencia en Afganistán va a la suya, no hay coordinación, y a los países más pobres se les asignan zonas también muy pobres, donde deberían impulsarse programas de desarrollo que no se hacen.

Sin desarrollo no habrá estabilidad.

Exacto. Necesitamos, sobre todo, un estado moderno, fuerte, de derecho, con un sistema judicial transparente. Aunque, claro, los gobernadores no están muy interesados porque perderían gran parte de su poder. Deberían mantener su poder pero sometido a la vigilancia de la justicia.

Un estado fragmentado y empobrecido juega a favor de Al Qaeda.

De ahí la necesidad de un compromiso fuerte de la comunidad internacional. No puede dejar Afganitán antes de tiempo y debe presionar a Pakistán para que ponga en cintura a los talibanes que ha tolerado durante tanto tiempo. Pero, claro, Pakistán ha cavado un pozo y está dentro de él. ¿Cómo sacarlo?

29-I-10, X. Mas de Xaxàs, lavanguardia