entrevista a Joan Amorós, Secretario General de FERRMED

En la conversación, Joan Amorós (Girona) apoya cada afirmación con datos. Siempre en el mismo sentido: "O hacemos el corredor ferroviario de mercancías y alta velocidad en el eje mediterráneo, o lo vamos a pagar caro". Lidera el poderoso lobby europeo Ferrmed, que ha logrado sensibilizar a la UE, al Gobierno español y a la autonomías implicadas de la importancia de esta infraestructura. El problema, advierte, son los plazos. Y su lucha consiste, principalmente, en acortarlos.

¿Cuáles serán las consecuencias para las economías catalana y valenciana si el corredor no está en marcha en el 2020?

De entrada, el estrangulamiento de la actividad de muchas empresas, especialmente las exportadoras. La pérdida de competitividad y de creación de flujos comerciales. Pero lo peor es la pérdida de oportunidades. Si en este tiempo no ejecutamos el corredor, los puertos del norte de Europa consolidarán su preponderancia para la importación y tráfico de mercancías de Asia. Y aún más, porque el día en que Áfricacomience a crecer, este corredor debería ser una infraestructura clave para el paso de mercancías hacia el sur de Europa.



Muchos no ven esos peligros.

Porque no entienden que nuestras empresas forman parte de un todo que es la UE y que tenemos unos costes logísticos más altos y los podríamos bajar más de un 22% con el corredor. Los puertos del norte, rodeados de miles de empresas de ensamblaje de los productos que llegan desde China o Asia, dan al producto final valor añadido que después se distribuyen por los corredores europeos. ¿Qué harán nuestras empresas en diez años, limitarse a los mercados nacionales?

Ahora parece que el Gobierno español ha asumido el reto.

Ha habido un cambio importante, pero estamos pagando el precio de las orientaciones de un modelo radial empobrecedor. Lo peor es que en los últimos veinte años no se han primado las inversiones en las regiones locomotoras de España, como Catalunya y Valencia, y ahora, con la crisis, son justamente estas regiones las que pueden tirar fuerte.

¿Una vez más, el mérito es de la sociedad civil?

Así es, y en gran parte se ha debido a Ferrmed, donde están representadas patronales, asociaciones e instituciones de toda Europa. Esa es la clave para entender que nuestro lobby esté logrando su objetivo. Y sí, es triste ver que ningún partido fue capaz en su momento de impulsar este corredor. Al menos ahora las cuatro autonomías del corredor han tomado conciencia, pero hemos perdido casi veinte años preciosos.

Madrid mira con mucha susceptibilidad esta iniciativa.

Porque la perspectiva desde el centro de España sigue acotada a nuestras fronteras. No es nuestro caso, donde tenemos empresas que exportan productos agrícolas, manufacturas, coches y un largo etcétera al resto del mundo. Y son estas empresas las primeras que se han dado cuenta de algo que en España no se acaba de entender con claridad.

¿Cree que la Unión Europea ubicará este año este corredor como prioridad?

Eso espero, pero tengo algunas dudas. El Gobierno no planteó en su momento ante Bruselas este corredor, y ahora dicen, y les creo, que sí lo van a hacer. Pero eso significa que deberán negociar con otros estados, a los que ya se les había convencido de otras prioridades en España.

Este año Madrid y Valencia estarán unidas por la alta velocidad, pero de Barcelona con Valencia no sabemos nada.

Esto sí que es incomprensible; porque un trayecto que se podría hacer en una hora y cuarto tarda más de tres horas. Pero aquí sí que hemos fallado catalanes y valencianos, y tenemos mucha culpa. Creo que las cosas están cambiando, que se están superando muchas susceptibilidades, al menos en lo que respecta a la sociedad civil y a los empresarios, que ya han dejado claro de qué depende nuestro futuro. Confío en que los políticos van a seguir con fuerza el mismo camino.

22-II-10, S. Enguix, lavanguardia