´¡Váyase, señor Rajoy!´, Pilar Rahola

Leo el artículo en el Financial Times que acaba de publicar Aznar, y me quedo con la frase del final: "Only a new government can do this. The sooner, the better". Solo un nuevo gobierno puede resolver la crisis, y cuanto antes, mejor. Es decir, la reedición, en versión british,de su castizo "¡váyase, señor González!", pero dedicado a Zapatero. El artículo no es baladí y contiene algunas verdades que podrían conciliar simpatías de todo tipo, no en vano, en tiempos de crisis, el sentido común es una ideología transversal. El problema, sin embargo, no está en lo que dice, sino en decirlo, y no está en lo que pide, sino en pedirlo. Es decir, no desafinan las notas de su partitura, sino su propia condición de músico, perdida su orquesta, su batuta y su concierto.

¿Cómo queda Mariano Rajoy, si es Aznar quien se va a la pérfida Albión, se planta en el Financial,y pide en inglés que se vaya el presidente del Gobierno? ¿No sería esa potestad, la de pedir la dimisión de un presidente, una lógica potestad del actual líder del PP? ¿No es Rajoy quien tiene que modular los tiempos, los acentos y las tácticas de su partido? Y, sin embargo, una y otra vez, la voz ultramontana de Aznar llega de allende las sombras, acapara los micrófonos y le marca el paso de baile. Como si estos dos no se hablaran each other,como si no consensuaran las estrategias, como si no se fiara uno, el ex presidente, del otro, el delfín que impuso y que ahora intenta alzar su propio vuelo. Pero Aznar está permanentemente a la zaga, y se cuida de ir poniéndole plomo en las alas. Analizado el artículo, no en términos de contenido sino de intención, las palabras de Aznar no pueden tener como objetivo a Zapatero, porque no le hace daño. Lo mejor que le puede pasar a un gobierno socialista en apuros es que vuelva el fantasma de Aznar, cuyo ruido alimenta miedos ancestrales y unifica voluntades. No. Aznar, con artículos como este, juega en campo contrario. Más bien, pues, parece que, aprovechando el Pisuerga de Zapatero, Aznar le envía un misil a Rajoy, cuya autoridad está en permanente entredicho entre los duros del PP. La vieja guardia política y la nueva guardia mediática añoran los tiempos de un PP bronco y tosco, alejado de las tentaciones centristas del político gallego. La cuestión no es si los suyos quieren que vuelva el viejo líder, sino qué quiere el propio Aznar. Pujol asegura que un ex presidente no debe molestar nunca, pero Aznar no parece un ex nada, sino un mucho todo, y por ello considera que molestar es un deber. Y cada vez que habla, siega la hierba de Rajoy. Por ello mismo, el artículo del Financial es lo que parece y no lo es. Ciertamente pide que se vaya Zapatero. Pero, al hacerlo, toma el mando, impone la estrategia y alimenta su leyenda. ¿Váyase, señor Zapatero? Eso parece que dice. Pero diciéndolo, inevitablemente remacha: ¡Váyase señor Rajoy!

19-V-10, Pilar Rahola, lavanguardia