ŽEn el centro del mundoŽ, Enric Juliana

Una avanzadilla del calor africano  acompaña a los invasores. Madrid ha sido tomada este fin de semana por un tropel carolingio con las zamarras listadas del Bayern de Munich y el Internazionale de Milán. Bávaros y lombardos han venido por lo del fútbol, trayendo consigo una potente metáfora: Carolingia ha tomado el mando. El Directorio Europeo ha intervenido la Península de las Deudas, y las cuentas del Reino no serán aprobadas sin el timbre de Herr Axel Weber, presidente del Bundesbank y aspirante a la dirección del Banco Central Europeo. Es puñetero el fútbol. Hay días que cuenta verdades.

Bajo un sol que comienza a emitir destellos bereberes, cruzo la plaza Mayor en busca de refugio y perspectiva en la Cueva de Zaratustra. Hace tres semanas, entre augurios de un Estatut de Catalunya pasado por la piedra en la Feria de Sevilla, el toro Segador nos prometió una historia "sorprendente". Desde la plaza llega un rugido de birras carolingias que altera el leve sosiego orteguiano. Bebo gazpacho, y el toro parlante sigue en sí mismo. Le miró fijamente y se mantiene en su eternidad. Le provoco: "Falló el Oráculo. Después de los pases de Sevilla, el Estatut sigue vivo. El augurio era vistoso, pero ha resultado inexacto. Hay lectores que se sienten decepcionados".

(...)

- Segador,¿me oye, Segador?,su pronóstico era demasiado pintoresco. El trío de la Maestranza no logró sumar el voto de los magistrados de corte aznarista. La derecha del Tribunal Constitucional no quiso que el magistrado Manuel Aragón ofrendase el recorte del Estatut en la tumba de don Manuel Azaña.

(...)

- No se lo tome tan a pecho. La estampa era ingeniosa y a punto estuvo de ser verdadera. ¿Me oye, Segador?

(...)

- Bien, me marcho. Ya me contará algún día esa historia tan sorprendente.

- No ve que estoy ensimismado.

- Por fin habla. Entiendo su pesadumbre. Un buen Oráculo no puede fallar.

- Oiga, un Oráculo no es un adivino. Un Oráculo intuye. Se daban las condiciones para que una coalición azañista-conservadora, macerada en Sevilla, le metiera un buen tajo a la autonomía catalana, con el presidente del Gobierno lavándose las manos. Que esa coalición no haya cuajado es un dato político relevante. Muy relevante. Pregunte a Federico Trillo, que anda por Madrid con aires de Gran Urdidor Judicial. Yo soy Oráculo. Trazo perspectivas. Si quiere adivinanzas, muy cerca de aquí echan el tarot.

- No se lo tome tan a pecho.

- No me distraiga. Estos días vivo entre mapas.

- Me gustan los mapas.

- Mapas mentales. España y Portugal vuelven a estar en el centro del mundo, como en tiempos del tratado de Tordesillas, pero al revés. Entonces, en 1494, España y Portugal se repartían el mundo. Hoy... Lo veo, lo veo. Hace quince días que lo veo...

- ¿Qué ve?

- Hemos estado a punto de provocar un cataclismo mundial, y nadie habla de ello. El riesgo aún no está controlado, y todo son eufemismos: "Rescate del euro", "avance de la soberanía europea"...

- Toda confusión tiene su lenguaje.

- No me puedo quitar una imagen de la cabeza: Zapatero, aturdido ante el puñetazo sobre la mesa de los contables alemanes; escuchando la llamada al orden del vicepresidente norteamericano Biden, atendiendo la llamada del primer ministro chino Jiabao y después la de su adorado Obama. Todos con el mismo mensaje: "Si no corta por lo sano, el euro se va al garete". Un abogado de León que de joven apenas viajó al extranjero, solo ante el gran desorden del mundo. Impresionante.

- El pathos quijotesco. Aznar quiso cambiar la relación de fuerzas en Europa y acabó como acabó. Zapatero pretendía aliar las civilizaciones y nos han mandado el Cobrador del Frac. Hay delirios que sólo se producen en España.

- Los desequilibrios del mundo penden hoy de la debilidad de España y Portugal. Esa es la verdad última de estos días extraños. Hasta que no lo hayamos interiorizado no entenderemos por qué nada volverá a ser igual.

23-V-10, Enric Juliana, lavanguardia