Sebastián Romero Radigales, Justo entre las Naciones

Una de las personas que han recibido el reconocimiento póstumo de Justo entre las Naciones fue el alemán Oscar Schindler, cuya historia fue llevada al cine en 1993 en la galardonada película de Steven Spielberg La lista de Schindler. Los españoles que hasta la fecha han sido nombrados Justos son los diplomáticos Ángel Sanz Briz, Eduardo Propper de Callejón, José Ruiz Santaella y la esposa de este, Carmen Schrader, cuyas gestas investigó y publicó La Vanguardia durante el verano del 2008. En cuanto a Sebastián Romero Radigales, los investigadores han establecido contacto con la cancillería de España en Grecia, con Asuntos Exteriores y con la nieta de Romero de Radigales, Elena Castelli, localizada en Italia, donde reside.

Sebastián Romero Radigales, cónsul general de España en Atenas entre 1944 y 1945, es un héroe universal gracias al esfuerzo de la fundación norteamericana Raoul Wallenberg, que ha investigado la trayectoria de este diplomático español que durante la Segunda Guerra Mundial, en contra de las directrices del régimen de Franco y jugándose la vida ante los nazis, logró salvar en Salónica a 600 judíos sefardíes que el nazismo quería exterminar.


Sebastián Romero Radigales


La hazaña de Sebastián Romero Radigales formó parte de la investigación acerca del holocausto y el franquismo efectuada por La Vanguardia en los archivos nacionales de Estados Unidos y el Reino Unido y que quedó plasmada en una serie de reportajes publicados entre el 25 de mayo y el 9 de junio del 2008.

De la extraordinaria documentación hallada entonces se desprende que Salónica fue hasta la Primera Guerra Mundial el paradigma de ciudad receptora de inmigración judía, especialmente sefardí. Como descubrió en sus pesquisas este diario y ha confirmado y ampliado con detalle la rigurosa investigación de la Fundación Raoul Wallenberg, la actuación memorable del cónsul Romero Radigales entre 1944 y 1945 mitigó la matanza nazi gracias a una tenacidad que permitió salvar del holocausto a unos centenares de seres humanos. Sin embargo, más de 45.000 judíos de Salónica no tuvieron la misma suerte y acabaron en los hornos crematorios.

Ahora, la citada fundación, con sede en Nueva York y cuya misión es investigar y divulgar los legados heroicos de los salvadores de víctimas del holocausto, ha concluido una investigación exhaustiva acerca de la gesta de este cónsul español. La dirección de la fundación ha informado de que de su trabajo "se desprende claramente que Radigales usó todos los resortes a su alcance con el fin de proteger a unos 600 judíos de origen español, obrando en contra de las instrucciones impartidas por el régimen franquista, arriesgando así su carrera diplomática".

"Radigales -informan los investigadores- maniobró ante los nazis de forma incesante con el fin de postergar la deportación de los judíos sefardíes de Salónica. Lo hizo y lo logró -precisan- entre marzo y agosto del 1943 y después, en septiembre de 1943 y ya desde Atenas, hizo lo imposible para expatriarlos a España, un punto acordado con los nazis pero no aceptado por el régimen franquista".

"En un último intento de salvarlos de la persecución nazi, Radigales dio refugio a judíos de Atenas en un edificio que ordenó comprar oficialmente por intermedio de la legación española, otorgándoles de esta manera inmunidad diplomática".

Por su gesta, una comisión especial de la fundación ha decidido por unanimidad entregar a Yad Vashem -la célebre institución para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto- el dossier del cónsul español con la recomendación de que le otorgue el título de Justo entre las Naciones. Al mismo tiempo, la fundación ha decidido incorporar la historia de Romero Radigales a los programas educativos que lleva a cabo en Argentina, Israel y EE. UU. "con el fin de inculcar a los jóvenes el legado de este héroe". Por último, la comisión requirió a las autoridades postales de Israel que aprobaran la emisión de un sello conmemorativo de Romero Radigales, que es el que ilustra esta información.

22-VI-10, E. Martín de Pozuelo, lavanguardia