¿qué es ´un francés -o un español- de origen extranjero´?

Sarkozy ha recibido una seria reprimenda de la ONU. Los expertos - procedentes de Rusia, Togo, Argelia y Rumanía, entre otros-alertan en un informe preliminar de que la mano dura impuesta por Sarkozy no contribuye a reducir el racismo.

Las propuestas de desposeer de la ciudadanía a los jóvenes franceses delincuentes de origen extranjero (que no se adoptaba desde que la Francia ocupada retiró la nacionalidad a siete mil judíos) y la expulsión de familias de gitanos rumanos y búlgaros de campos ilegales han marcado la opinión de los expertos. "Francia adolece de falta de voluntad política para afrontar el aumento de los actos racistas", aseguran los miembros del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CERD).

La política francesa suscribió en 1965 la convención internacional para eliminar cualquier forma de discriminación racial. Sin embargo, la posición de Francia respecto de esa convención "ha sufrido cambios", según los expertos, desde que a finales de julio pasado Sarkozy anunciara la aprobación de leyes contra la delincuencia. "Esas leyes ponen en el punto de mira a los extranjeros y eso provocará la división social en lugar de la integración", confirman. No sólo la retirada de la nacionalidad para los jóvenes delincuentes de origen extranjero divide la sociedad francesa, la futura ley para que los padres de menores que cometan un delito vayan dos años a prisión o el desalojo forzoso de 300 campamentos de nómadas provocan sospechas de "persecución hacia las minorías".



Según relata Kokou Ewomsan, uno de los redactores del documento de la ONU, "Francia se enfrenta al recrudecimiento notable del racismo y la xenofobia contra minorías". "Las expulsiones de gitanos son una clara incitación al odio", afirma. Tampoco escapa de la denuncia de los expertos el hecho de que el Gobierno francés, que dirige el primer ministro conservador François Fillon, haya aprobado un "permiso de circulación", una especie de visado que autoriza el desplazamiento en territorio francés y dictamina la pertenencia a un colectivo, para las 400.000 personas que viven en los campamentos como nómadas, en su mayoría franceses gitanos de Rumanía y Bulgaria. Este permiso de circulación nos recuerda a la época de Pétain (el régimen de la Francia colaboracionista)", explica el experto Waliakoye Saidou.

Los gitanos de Rumanía en Francia viven una situación de pobreza al margen del Estado y con sus propias costumbres. "Muchas de estas familias han tenido hijos y son franceses, entonces ¿cómo negarles la residencia en su país, serán apátridas?", se pregunta el experto.

La expulsión de 700 personas, familias procedentes de estos campamentos, en vuelos exprés desde París en los próximos días, también sorprende a los expertos. "¿Cómo comprender que personas que son europeas vayan a ser extraditadas a países como Rumanía o Bulgaria que también pertenecen a la UE? No sabía que en Francia había ciudadanos de primera y de segunda clase", se pregunta el experto argelino Nourredine Amir.

En referencia a la retirada de la nacionalidad francesa para los jóvenes delincuentes de origen extranjero, el experto turco Gun Kut declara: "No entiendo qué es un francés de origen extranjero, y me pregunto si esta definición es compatible con la Constitución".

16-VIII-10, D. Martínez, lavanguardia

Tímidamente van apareciendo algunas voces de diputados de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el Gobierno, en contra de cómo se efectúan los desalojos de gitanos, en su mayoría franceses, de campamentos ilegales, impuestos por el presidente Sarkozy.

Si bien los altos cargos de la UMP defendieron las medidas de expulsión por vía aérea de 700 familias gitanas, con niños nacidos en Francia, hacia Rumanía y Bulgaria y el desmantelamiento de 300 campamentos ilegales -en dos semanas se han desalojado 40-, dos diputados han provocado las primeras fisuras en el partido.

Jean-Pierre Grand y François Goulard han expresado sin tapujos su opinión contraria. "La policía ha intervenido contra personas indefensas que no podemos dejar a su suerte con la mera expulsión, porque algunas son francesas", asegura Grand.

"No es bueno que un país como Francia recurra a métodos que no se justifican. Ver a mujeres arrastrando a sus hijos por el suelo para evitar que la policía los desaloje de sus casas no está a la altura de nuestro país a la hora de defender su decencia", asegura François Goulard. Además sostiene que los métodos empleados para los desalojos son ineficaces. "El problema de la delincuencia y de la inseguridad en Francia no emana únicamente de los campamentos de gitanos y de otras comunidades de nómadas, sino que está en cada ciudad", agrega Goulard como una seria advertencia.

En algunos ayuntamientos también hay oposición a estas medidas. El comunista Patrick Braouezec, alcalde de Saint-Denis -un suburbio en las afueras de París donde la mayor parte de la población es francesa de origen africano y asiático-, se ha opuesto a los desalojos y ha tomado la decisión de recolocar a 200 gitanos en terrenos municipales. A cambio de un tasa simbólica, el Ayuntamiento ha decidido suministrarles agua, luz y electricidad y unas chabolas prefabricadas hasta que puedan regularizar su situación. Así evita que vaguen por las calles.

En Burdeos, en cambio, unas 250 familias nómadas francesas llevan desde el pasado domingo bloqueando con sus caravanas la entrada a la ciudad. Anoche se reunieron sin éxito con el alcalde de Burdeos y ex primer ministro, Alain Juppé, para reclamar un lugar decente para vivir con sus caravanas. Estas familias fueron desalojadas de terrenos municipales hace una semana y ahora rechazan los nuevos terrenos por insalubres.

17-VIII-10, D. Martínez, lavanguardia