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El fundador de Wikileaks, Julian Assange, estuvo acusado ayer durante unas horas por la justicia sueca de violar a una mujer y agredir a otra, hasta que la fiscal retiró la orden de busca y captura por falta de pruebas.
El propio Assange y sus colaboradores habían recalcado de inmediato que las acusaciones no tenían fundamento, alegando que ciertas organizaciones querían "perjudicar" a su web especializada en publicar documentos confidenciales de EE. UU.
La fiscalía, que de madrugada había ordenado la búsqueda de Assange, publicó un comunicado a media tarde explicando brevemente que "la fiscal general Eva Finné ha decidido que Julian Assange no es sospechoso de violación", agregando que Finné "no efectuaría más declaraciones".
Después de que Wikileaks provocara las iras de la Administración estadounidense al publicar en internet unos 77.000 documentos secretos sobre la guerra de Afganistán, Assange anunció, la semana pasada en Estocolmo, que daría a conocer otros 15.000 documentos militares sobre el conflicto. Por ello, no es de extrañar que durante el tiempo que duró la acusación los que apoyan a Wikileaks utilizaran incansablemente en internet la palabra "conspiración" para referirse a lo ocurrido.
El asunto fue confuso. Así, el portavoz de la fiscalía de Estocolmo, Karin Rosander, declaró: "Julian Assange es buscado por dos razones", sin precisar la segunda acusación - la primera era violación-,ni si la orden de busca y captura era internacional. La web de la fiscalía precisó que un extranjero era buscado por robo y agresión, pero no daba ningún nombre del responsable.
Las webs de los diarios suecos se hicieron eco de las acusaciones. Expressen explicó: "Assange, un australiano de 39 años, es buscado (además de por la acusación de violación) también por una agresión a otra mujer". El rotativo señaló que dos mujeres de 20 y 30 años, respectivamente, fueron a la policía a explicar las agresiones sufridas, pero que, "muertas de miedo", no quisieron poner la denuncia y que por ello la policía expuso los hechos a la fiscal.
El periódico Aftonbladet relató que una de las mujeres que delataron a Assange había estado con él en un piso del barrio de Södermalm en Estocolmo la pasada semana y la otra lo hizo tras reunirse con él el martes pasado en Enköping. El propio Assange envió un correo electrónico a Aftonbladet en el que negaba que las acusaciones fueran verdad.
"Julian desmiente estas acusaciones y ha dicho que son infundadas... No estaba al corriente de las acusaciones antes de leerlas en el tabloide derechista Expressen esta mañana (sábado)", había declarado Kristinn Hrafnsson, uno de sus colaboradores, cuando todavía era sospechoso. Luego se refirió a "potentes organizaciones que quieren perjudicar a Wikileaks". Pese a que algunas informaciones aseguraban que Assange ya no estaba en Suecia, Hrafnsson lo desmintió.
En estas horas de persecución, Assange se preguntó en la web del periódico sueco de referencia Dagens Nyheter:"¿Por qué estas acusaciones llegan ahora? Es una pregunta interesante".
22-VIII-10, afp/reuters/efe, lavanguardia
