´Después de las elecciones´, Ferran Requejo

Dice Woody Allen que "algunos  matrimonios terminan bien, mientras que otros duran toda la vida". Parece claro que en Catalunya iniciamos una nueva etapa en la que muchos catalanes se plantean en serio el divorcio de España. Tras la sentencia del TC sobre el Estatut parece cerrada la evolución pluralista del Estado de las autonomías. De hecho, no se ha cumplido ninguno de los cuatro objetivos generales que se pretendían con la reforma estatutaria: 1) el reconocimiento formal, jurídico, de Catalunya como realidad nacional diferenciada; 2) la protección del autogobierno de las constantes invasiones del poder central durante los últimos treinta años; 3) la fijación de las bases de un modelo de financiación equitativo, racional y con una solidaridad que no se basara en el expolio fiscal actual (10% del PIB) y en un profundo déficit de infraestructuras, y 4) la institucionalización de relaciones bilaterales políticamente decisivas para el futuro del país. La sentencia del TC, impregnada de un rancio nacionalismo español y de una visión jacobina del Estado, convierte en obsoletas las esperanzas de evolución del Estado de las autonomías hacia modelos congruentes con el pluralismo de la sociedad española.

Ante este panorama los partidos catalanistas tienen ante sí una importante tarea de poner al día sus programas, actitudes y estrategias. En el nuevo contexto ya no sirve repetir viejos conceptos y objetivos. ICV ha concretado recientemente el modelo por conseguir (sin detallarlo): un federalismo plurinacional con inclusión del "derecho a decidir". Esto es muy parecido a lo que he defendido en los últimos 15 años. Sin embargo, creo que la propuesta nace en un momento en que la realidad la ha convertido ya en antigua.Se trata de una vía que incluye la reforma de la Constitución. Teniendo en cuenta la correlación de fuerzas del Parlamento central, ¿cómo piensan establecer las mayorías cualificadas exigidas para dicha reforma, especialmente tras la sentencia del TC? ¿Y cómo van a asegurar que la reforma, si se hiciera, fuera para establecer dicho federalismo y no una recentralización? Misterio. El PSC va más atrasado. Nadie sabe de qué federalismo hablan (cuando lo hacen). Mantiene un discurso sin expectativas. Y a su lado está el PSOE, un partido que ni siquiera esconde que se siente cómodo con la sentencia del TC. CiU está en la línea de lograr un acuerdo fiscal parecido al concierto vasco. Un objetivo claro, pero ello no lo convierte en realista. ¿De verdad creen en CiU que la propuesta tiene posibilidades de llevarse a cabo? ¿En qué condiciones? Más misterio.

ERC y otras formaciones plantean la independencia de un estado que no reconoce ni hace suya su pluralidad nacional interna. Una propuesta también clara. Pero la secesión es uno de los objetivos más cruciales que puede plantearse una colectividad política - mucho más decisivo que si gobierna el centroderecha o el centroizquierda-.El referéndum es sólo un instrumento. El objetivo es la independencia. Pero hay que establecer cómo se va a lograr. Y hacerlo de forma creíble, realista.

Es lógico que el independentismo haya avanzado mucho en un solo año, especialmente el grupo de los "independentistas instrumentales" - ciudadanos que ya no ven otra salida posible-.Un referéndum secesionista probablemente se hará algún día en Catalunya. Y todo indica que se hará al margen, no a través, de la legalidad española. Pero la experiencia comparada muestra que lograr la independencia en el mundo de las democracias no es nada fácil. Algunos parecen confundir una "declaración de independencia" por parte del Parlament con conseguir realmente la independencia. ¿O alguien cree que Catalunya será independiente sólo porque su parlamento así lo declare? Las cosas son más complicadas.

30-IX-10, Ferran Requejo, catedrático de Ciencia Política en la UPF y autor de ´Camins de Democràcia. De la autonomia a la independència´, L´Avenç,2010, lavanguardia