oleada de detenciones de disidentes noviolentos en China

Ayer prosiguieron las redadas y detenciones a intelectuales y disidentes cercanos a Liu o que hubieran firmado la Carta 08, que reclama elecciones libres y el fin del partido único.

Las fuerzas del orden detuvieron, asimismo, en la noche del viernes a decenas de simpatizantes de Liu Xiaobo que celebraban la concesión del Nobel de la Paz, según informó la organización de Defensa de los Derechos Humanos, con sede en Hong Kong. Otros activistas fueron conminados a permanecer en sus domicilios y algunos siguen estando ilocalizables.



A su vez, el periódico oficial Global Times,que forma parte del grupo del Diario del Pueblo,órgano del Partido Comunista, lanzó ayer una dura crítica al Comité Nobel a través de su editorial, titulado "El premio Nobel de la Paz 2010, una vergüenza".

El rotativo afirmaba que este premio "se ha degradado a un nivel de instrumento político al servicio de motivaciones antichinas". Y señalaba que "una vez más, el Comité Nobel ha mostrado su arrogancia y sus perjuicios contra un país que ha hecho progresos importantes estos tres últimos decenios en el ámbito económico y social".

El comentario concluía advirtiendo que Occidente "está tratando de imponer los valores occidentales sobre China" y que "aunque el premio Nobel de este año está hecho para irritar a China, no lo va a lograr". Apostillaba, finalmente, que "nadie puede dictar el crecimiento futuro del país y que la historia de éxito de China habla más fuerte que el premio Nobel de la Paz".

Por su parte, la esposa de Liu Xiaobo, Liu Xia, viajó ayer hasta la cárcel donde su marido cumple una condena de once años. Hoy le comunicará que ha ganado el premio Nobel de la Paz.



Liu Xia recorrió ayer los casi quinientos kilómetros que separan la localidad de Jinzhou, donde está encarcelado su esposo, de Pekín bajo custodia policial y acompañada de su hermano.

Por otra parte, siete intelectuales hicieron pública ayer una carta abierta de felicitación por el Nobel a Liu Xiaobo, a quien califican de "estandarte de la no violencia en China". El documento, hecho público en una página extranjera de internet, reclama a las autoridades del país que avancen en la reforma del sistema político.

En su escrito, este colectivo hace una lectura positiva de la concesión del premio y sostiene "que se trata de una esperanza y un apoyo a una transformación pacífica de China". Por esta razón, los firmantes piden a las autoridades del país asiático que demuestren su compromiso de avanzar en las reformas políticas: "Sobre la cuestión de la reforma del sistema político, los dirigentes deben ponerse de acuerdo y adoptar medidas concretas que demuestren su sinceridad en su compromiso en favor de una evolución pacífica".

10-X-10, I. Ambrós, lavanguardia