marcha ante el Vaticano de víctimas de pederastia clerical

"Basta", "Justicia", "No toquen a los niños", "Iglesia sin abusos", "El Papa protege a los curas pedófilos". Con pancartas y remeras con estas leyendas, un centenar de personas de diversos países que en su niñez fueron víctimas de abusos por parte de sacerdotes marcharon ayer hasta el comienzo de la Via della Conciliazione, el límite con el Vaticano.

Organizada por Survivors Voice, un grupo norteamericano, la convocatoria contó con la presencia de víctimas de Estados Unidos, el Reino Unido, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, Holanda, Bélgica e Italia. De hecho, durante el mitin llamaba la atención un grupo de 60 sordomudos del Instituto Provolo de Verona. "Tenía doce años, era una niña y durante la confesión un cura abusó de mí", contó con dificultad a LA NACION Antonietta Perbellini, de 65 años, gesticulando y emitiendo sonidos guturales.

Como la mayoría, Salvatore Domolo, un piamontés de 45 años, ex sacerdote y vocero del grupo de abusados italianos La Colpa, que de niño sufrió abusos por parte del párroco de su pueblo, sostuvo que los pedidos de disculpas realizados por el Papa no son suficientes."Eso es demagogia, para salvar la imagen", dijo a LA NACION. "Tendremos paz cuando la Iglesia admita su complicidad y diga la verdad. Sólo cuando salga a la luz la plena verdad habrá plena justicia. La justicia permitirá la paz para las víctimas y la plena paz permitirá finalmente el perdón", agregó.

Los organizadores de la marcha no obtuvieron el permiso del Vaticano para llegar hasta la Plaza de San Pedro, algo que creó gran frustración. "Roma es un lugar simbólico, pero lamentablemente no nos dejan ir hasta el Vaticano y éste me hace enojar, porque nosotros deberíamos poder expresar nuestro dolor allí", dijo Margaret Kennedy, que viajó desde Irlanda.

"La Plaza de San Pedro es de todos y nos deberían dar la bienvenida. Venimos de todas partes del mundo y no tenemos nada que esconder, sino que estamos aquí para que nunca más haya niños abusados en el mundo", explicó Gary Bergeron, fundador de Survivors Voice, que de niño sufrió abusos por parte de un sacerdote de Boston.

Cuando el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, se acercó al grupo que se manifestaba al comienzo de la Via della Conciliazione, a los pies del Castel Sant´Angelo, para expresar su solidaridad, hubo un momento de tensión. Más tarde, sin embargo, Lombardi mantuvo una reunión con Bergeron en la cercana sede de Radio Vaticana.

A la hora de los discursos, Bergeron, de 47 años, hizo una petición para que las Naciones Unidas incluyan el abuso de niños entre los crímenes contra la humanidad.

A su turno, Bernie Mc Daid, cofundador de la misma organización, de 54 años, recordó que estuvo entre las víctimas que se reunieron con Benedicto XVI en Washington en 2008. "Entonces le dije al Papa que tiene un cáncer en su rebaño", evocó. "Las víctimas somos personas heridas que quieren que se hable de este problema. Por eso estamos aquí. La verdadera culpa y la vergüenza es el encubrimiento de la alta jerarquía católica", denunció.

Después de un minuto de silencio por todas las víctimas de abusos por parte del clero del mundo, se proclamó el "año del sobreviviente". Acto seguido, cuando ya era de noche, las víctimas prendieron velas. Pero sólo dos personas pudieron marchar hasta la Plaza de San Pedro llevándolas cual antorchas, en procesión, rodeadas de fotógrafos y policías.

1-XI-10, lanacion.com.ar

Gary Bergeron (g) et Bernie Mc Daid, fondateurs du groupe de victimes Survivors Voice à Rome le 31 octobre 2010
Gary Bergeron (g) et Bernie Mc Daid, fondateurs du groupe de victimes Survivors Voice à Rome le 31 octobre 2010