´Europa y el islam ´, Olivier Roy

Europa y el islam

Olivier Roy asegura que el islam no hace más que reflejar la crisis de identidad europea

Isabel Ramos Rioja, lavanguardia, 26/05/2005.

"El islam no viene a perturbar el debate sobre los valores europeos; es un espejo en el que Europa ve su crisis de identidad, su crisis de valores, porque no es cierto que haya acuerdo sobre unos valores comunes", aseguró ayer Olivier Roy, director de investigaciones del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS, en sus siglas francesas).

Roy no cayó en el maniqueísmo de si el islam es compatible con la cultura europea en su intervención en el debate sobre el nuevo islam europeo, celebrado ayer en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Por el contrario, el autor de, entre otras obras El islam mundializado, destacó cómo los musulmanes se alinean con los cristianos tradicionales cuando se trata del aborto, del matrimonio de los homosexuales o del papel de la mujer. "En el derecho tradicional islámico -precisó Roy- el aborto nunca ha sido un problema".

La Iglesia intenta establecer alianzas con creyentes no católicos justificando su postura en estas cuestiones mediante leyes de la naturaleza. Y ahí converge con el islam.

El integrismo islámico no es, según Roy, la consecuencia de haber traído a Europa del país de origen una cultura anticuada sino lo contrario: haber perdido la cultura original. En la segunda generación de inmigrantes musulmanes en Francia muchos están convirtiéndose al protestantismo o a los Testigos de Jehová. Si no eligen esa vía se convierten en born again,un concepto hasta ahora ajeno al islam. En el caso de los born again se renace extremista.

"No se vuelve a la religión de los padres sino a una nueva que se fabrica", resumió Roy.

El presidente de la Liga Árabe-europea para Bélgica y Holanda, Dyab Abu Yahyah, lamentó que en Europa a los inmigrantes musulmanes se les limite la identidad a su vertiente religiosa, prescindiendo de su lengua o su cultura. Abu Yahyah, de origen libanés, reconoció que él no se identificaría como musulmán europeo sino como árabe-europeo.

"Cuando la religión se convierte en la única identidad de una persona es un peligro porque se vuelve excluyente, extremista", añadió.