ŽEl costeŽ, Jordi Graupera

Lo peor que le puede pasar a un país es que las mejores decisiones se tomen al margen de su gente. Así se constata que instituciones, partidos, sindicatos, patronal y etcétera son irrelevantes para prosperar y de gran ayuda para empeorar. De entrada resulta sano ver el cartón piedra de nuestro sistema. De entrada resulta tranquilizador saber que alguien hará algo. De entrada, la autodestrucción de un estado incapaz, injusto y fracasado es un alivio en tiempos de crisis. Pero al final, cuando las cosas sigan sin funcionar, cuando las decisiones tomadas por Europa muestren sus imperfecciones e intereses, cuando veamos que el Estado sigue allí, chupándonos
la sangre con su ineficacia y su ceguera, no habrá nadie a quien echar. Cuando a uno se le arrebata su capacidad de decisión sólo el servilismo o el radicalismo se hacen visibles. Los españoles volverán a descubrir que el coste de este artificio llamado España, que pretende vivir de las rentas y el coraje de los demás, es la ausencia de verdadera democracia.

2-I-11, Jordi Graupera, lavanguardia