´Aznar y Endesa´, Miguel Ángel Aguilar

Ultimas noticias dan cuenta  del nombramiento del ex presidente Aznar como asesor externo de la eléctrica Endesa, con una remuneración de 200.000 euros anuales, que se suman a los 100.000 de News Corporation, el conglomerado de Rupert Murdoch, y a la pensión recibida del Estado por importe de otros 80.000. Parecerá un exceso, pero es una nadería en comparación con lo que factura su yerno, Alejandro Agag, que es la verdadera potencia económica de la familia a partir de aquella boda inolvidable de El Escorial, cuya nómina de invitados marcó el camino de sus negocios.

El nombramiento de News Corporation, propietaria entre otros medios del neoyorquino The Wall Street Journal,le ha proporcionado a Aznar una tribuna muy relevante para su permanente campaña de desprestigio a nuestro país. Una tarea en la que se emplea a fondo en cada ocasión. Siempre decidido a presentar el lado más negativo de la situación española y lanzar los augurios más negros de su posible evolución. Sus últimas palabras, el día 14, han sido para asegurar que España es un país intervenido de hecho y que ahora está a punto de ser intervenido de derecho. Hay una fruición perversa por parte de Aznar en todo lo que pueda agravar nuestro descrédito ante inversores, mercados e instituciones internacionales.

Un personaje así es lo que Carrero Blanco llamaba un triunfalista de la catástrofe. Es su opción libérrima, pero debería llevarle a renunciar, a dejar en suspenso, las percepciones que recibe del Estado, es decir, de la Hacienda pública, o lo que es lo mismo de sus compatriotas contribuyentes. Tiene su lógica que se haya fijado en Aznar otro descarado militante político como Murdoch, que pone y quita gobiernos, o al menos lo intenta. Pero el caso de Endesa es muy distinto, porque se trata de una empresa con mayoría de Enel, una sociedad de capital público italiano que debería abstenerse de cualquier injerencia política en España. ¿Imaginan que una empresa estatal española, si la hubiere, presente en Italia, procediera de modo semejante y nombrara al equivalente italiano de Aznar asesor externo con una remuneración análoga? Pero aquí, terminadas las Navidades, se diría que seguimos en Belén con los pastores.

18-I-11, Miguel Ángel Aguilar, lavanguardia