En mi escuela de China tenemos un sindicato con un líder sindical puesto por el Partido Comunista y lógicamente miembro del partido. El líder sindical es un profesor chino con un doctorado por la Universidad de Florida de EE. UU. En los últimos días el líder sindical y la directora de recursos humanos han llegado a un acuerdo para mejorar la propuesta de incremento salarial que esperábamos hacer en el 2011 mediante una aportación especial por vivienda. En China los precios de la vivienda - y por tanto los alquileres-se han disparado. Hay quien habla de burbuja, aunque cuando hay cientos de millones de personas con viviendas supercutres, pero con trabajo y ahorrando, es difícil que la burbuja explote. Pero al Gobierno no le gusta la burbuja y hace todo lo que puede para que la gente se compre menos viviendas. Ha puesto limitaciones a los préstamos para vivienda (digamos hipotecas) y anuncia un impuesto especial. Claro, los alcaldes, ministros y funcionarios chinos que vienen por aquí preguntan, les explicamos lo creativos que somos con los impuestos y piensan: "¡qon yoh!¿cómo no se nos había ocurrido?".
En Shanghai parece que van a poner el impuesto a aquellos individuos, matrimonios o grupos que ocupen más de 70 m2por persona en su vivienda. O sea, que si mi mujer y yo viviésemos en un piso de 139m2nos libramos del impuesto. Pero si el piso tuviese 141m2nos clavarían un 0,5% sobre el valor del piso, que si es una buena zona serían unos 3.000 euros por m2y, por tanto, subiría unos 2.000 euros.
Las cosas allí van muy bien y es lógico subir precios y sueldos. No es raro que una empresa tenga una rotación de personal del 25% y si quieres llevarlo al 7%, que es lo que tenemos nosotros, no queda más remedio que portarse bien. Eso sí, allí no tenemos absentismo, la gente no mira el reloj para irse y si hay que venir un sábado, vienen. Pero hay cazatalentos merodeando y raro es el empleado que no ha tenido una oferta. Me gustó lo de la aportación por vivienda, lo aprobamos y me quedé un rato hablando con el líder sindical. Le pregunté por su función y le reconocí la importancia de su perspectiva basada en el conocimiento profundo de lo que preocupa a las personas en la organización. Siempre he pensado que un sindicato es un buen invento. Dirigiendo, a veces te obsesionas con la competencia, el mercado, la tecnología, los productos, la globalización y te olvidas de que lo más importante son las personas. ¿Cuándo tendremos aquí líderes sindicales con un doctorado por Harvard? El día que los tengamos seguramente no veremos esos errores casi criminales, como arriesgar puestos de trabajo aquí en una empresa de automoción que tiene alternativas internacionales, o no entender que nuestros números económicos requieren más años de trabajo antes de jubilarse, o que el abuso del absentismo es una estafa, y tantas cosas así. Prefiero pensar que es la incompetencia y la falta de preparación.
23-I-11, Pedro Nueno, lavanguardia