Ganuchi, forzado a un nuevo Gobierno

Mohamed Ganuchi, con miles de manifestantes bajo su ventana, ha vuelto a hacerle caso a la calle y hoy podría anunciar la entrada en su gobierno de más ministros sin lazos con el benalismo. Los manifestantes, llegados a la capital desde varias ciudades, piden su cabeza por haber sido jefe del Ejecutivo con el depuesto Ben Ali. Los maestros presionan en la misma línea y dicen que irán a la huelga. El núcleo benalista en el poder lo forman otros siete ministros, que ocupan las carteras clave. La calle teme que este grupo robe los logros de la revolución. El jefe del Estado Mayor del ejército, el general Rachid Amman, se dirigió ayer a la multitud para anunciar que será "garante de la revolución". Fue su primer acto público desde la caída de la dictadura, el pasado día 14. En su afán por sacudirse el pasado benalista, Ganuchi mandó detener al presidente del Senado, Abdulah Kallel, responsable, durante su etapa como ministro del Interior en los años 80 y 90, de la detención de, al menos, 15.000 personas, muchas de ellas islamistas, que fueron torturadas. 25-I-11, agcs, lavanguardia