Siria, Argelia, Yemen, Jordania...

Las fuerzas del orden sirias impidieron una manifestación de jóvenes frente a la embajada egipcia en Damasco en apoyo de la movilización ciudadana en Egipto. La convocatoria se había hecho a través de Facebook como un llamamiento "pacífico" para expresar "condolencia por las víctimas del pueblo egipcio". Los antidisturbios, avisados, dispersaron a la cincuentena de jóvenes que ya se habían congregado e impidieron que llegaran más al área.

Miles de personas se manifestaron en las regiones de Bejaia y Kabilia para exigir un cambio de régimen, convocadas por el partido opositor Unión por la Cultura y la Democracia, fuertemente implantado en estas zonas del nordeste de Argelia. Más de diez mil personas acudieron a la convocatoria, según los organizadores, mientras que fuentes gubernamentales no quisieron facilitar cifras. Para el 12 de febrero está prevista una gran movilización a escala nacional.

El líder jordano de la organización islamista Hermanos Musulmanes advirtió ayer que las movilizaciones egipcias se extenderían por todo Oriente Medio hasta que los árabes expulsen a aquellos dirigentes aliados de Estados Unidos. Un centenar de seguidores se reunieron para protestar ante la embajada egipcia. Paralelamente, trescientas personas se congregaron para pedir la dimisión del primer ministro un día después de la movilización que reunió a tres mil.

30-I-11, lavanguardia

La revolución tunecina que desembocó en la caída del presidente Ben Ali el pasado día 14 ha provocado una onda de choque en diversos países árabes. La reacción de mayor calado ha sido la de los egipcios, pero ha habido protestas de importancia en otros estados de la zona, cuyas consecuencias todavía están por ver.

Prueba de ello son los enfrentamientos de cierta importancia entre partidarios y opositores del régimen yemení, en la capital, Saná, el pasado sábado. Desde mediados de este mes las manifestaciones contra el régimen se habían multiplicado en diversos puntos del país. El anuncio por parte del Gobierno de aumentos salariales no calmó los ánimos. El día 27, miles de personas pidieron la dimisión del presidente Ali Abdalah Saleh, en el poder desde 1978. Un paro del 40 %, la subida del precio de los alimentos o la malnutrición crónica se suman a los años de dictadura, disparando la indignación del pueblo. La crisis está por resolver.

En Jordania la contestación comenzó el día 14 cuando miles de personas se manifestaron a través de todo el país contra la política económica. Pese al anuncio de nuevas medidas sociales las protestas siguieron especialmente en Ammán. El día 28 hubo un claro salto cualitativo en las reivindicaciones cuando miles de ciudadanos salieron a la calle convocados por los Hermanos Musulmanes, exigiendo un cambio de gobierno y reformas. El rey Abdalah II, que pidió información a Mubarak sobre la revuelta y le deseó estabilidad, ha planteado iniciativas para intentar calmar el malestar popular, sin lograrlo.

En Argelia, protestas por la carestía de la vida causaron cinco muertos y más de 800 heridos. El día 22 fue prohibida una manifestación por la democracia. Pero ahora, la Coordinación Nacional para el Cambio y la Democracia y la Liga de Defensa de los Derechos Humanos han convocado otra protesta para el próximo día 12 para reclamar el cambio.

Y en Siria la oposición tiene intención de organizar una manifestación dentro de dos semanas en Damasco. La sociedad siria, que hasta ahora ha estado aparentemente al margen de la convulsión sociopolítica que sacude Oriente Medio, dio ayer muestras de querer unirse, de una forma u otra, a la corriente general de los acontecimientos. Un grupo de 39 opositores, liderados por el escritor Michel Kilo y el cineasta Omar Amiralay, publicaron un comunicado expresando su deseo de que Siria se sume a la ola revolucionaria.

30-I-11, red/agcs, lavanguardia